viernes, 31 de agosto de 2012

¡COMENZÓ LA GUERRA!


Con la mosca detrás de la oreja, de puntillas protegiendo los taconazos, disimulando la desilusión o más bien el cabreo sería más correcto decir, me dejo conducir hasta la mesa presidencial, más quisiera yo. Ahora entiendo lo de las bolsas que Luisa me ha dejado en el carro, pues no pienso cambiarme de ropa y no quiero la más mínima mancha en mi vestido, ya me voy a encargar yo de eso, faltaría más. A lo mejor esta va a ser nuestro primer enfado de casados, empezamos pronto, solo llevamos casados un par de horas, pero conviviendo un año, que como él mismo a dicho esto no ha sido más que un trámite, bien claro me ha quedado ¿Dónde ha quedado el romanticismo? Lo de ayer fue fantástico, ¿qué ha pasado? ¿Qué ha cambiado de ayer a hoy?
Un beso en la mejilla y una sonrisa me sacan de mis pensamientos, haya paz, pienso, haya paz…la culpa es mía, él solo quiere divertirse, yo también quiero pasármelo bien, pero así no ¡hombre! Haya paz. Si quiere divertirse que lo haga, pero ni la más mínima mancha en la ropa, ni en la suya ni en la mía, complicado resulta cuando has de comer con las manos, me las apañaré, utilizo el pan. No me gusta mancharme las manos con la comida, a demás soy muy escrupulosa, menos mal que han tenido el detalle de que el cuenco de ensalada solo lo comparta con este que dice ser mi marido, todo un detalle pues cada cuenco se comparte entre seis. No quiero ni pensar en el asco. Los vasos son de plástico, se caen a la mínima, de algún lado sale un pedazo servilleta para ayudarme  a aniquilar el primer intento de mancha. A pesar de todo la ensalada me sabe a gloria, está muy buena, hasta le tengo que pegar un manotazo por querer quitarme la hoja de lechuga a la que había echado yo el ojo, iniciamos una pelea lechuguera, esta hoja es mía y me la como yo, alguien equivoca la pelea con el salvajismo y veo volar por encima de mi cabeza una porción de ensalada toda grasienta que  afortunadamente solo me salpica un poco, el vestido impecable. La torpeza de mi vaso es sospechosa, pues vuelve a derramar el líquido amenazante.
-pásame el rollo de papel que llevas, majo.
-con un cacho te vale.
Inicio una pelea para que me lo dé, el líquido verdoso, se acerca a mi vestido, difícil huir, pues me levanto el vestido, antes enseño las bragas que permitir que una mancha malogre el vestido.
Miguel me mira, parece que no le ha gustado la idea, le hago un gesto de que te aguantas.
- Hoy está todo permitido.
 Digo mirándole más complacida que chula. Mi baso vuelve a estar lleno de nuevo, es un poco extraño que mi vaso sea tan torpe, es la tercera vez que se cae. A lo mejor la próxima vez se le cae a otro. En mi empeño de proteger el vestido y el vaso, pierdo de vista el cuenco de ensalada. No quedaba mucho, pero la estaba comiendo a gusto.
-¿qué has hecho con la ensalada, alcalde?
-yo nada, ha desaparecido cuando miraba tus piernas.
-estate atento, no puedo encargarme de todo. Ya tengo bastante con la ropa, el vaso ¿Dónde está la botella?
Hace un gesto para que mire debajo de la mesa. Tiene escondidas  botellas de sidra, ya me parecía a mí que tanto no estábamos bebiendo. Una barra de pan vuela sobre nuestras cabezas. Aparece un cuenco de ensalada. Me niego a probarlo, a saber  a quién pertenecen las babas de la lechuga.
-no pienso comer de ahí.
Un cuscurro de pan rebota en mi cabeza, miro a mi hermana menor que ríe, ya está dándole al tintorro, cuando éramos pequeñas yo era la que empezaba la guerra con los trozos de pan, se me había olvidado, contraataco lanzándole parte de la ensalada. Mi vaso vuelve a caer pillándome desprevenida, ¡Dios el vestido! ¡Quien coño es el que me tira el vaso! Miguel parece no haberse enterado del desastre, pues si yo me mancho él también, vuelco sobre su camisa blanca el contenido de su vaso, se le nota más que a mí, el suyo contiene vino tinto, me mira con esa cara suya juguetona.

Llega la carne, “el asau” ensartada en un palo, Miguel saca una navaja y me ofrece el primer pedazo sonriendo, pero no me engaña, no me va a pillar desprevenida, espero ansiosa su ataque. Una hoja de lechuga grasienta choca con mi nariz, como todo el mundo ríe, no sé de donde ha llegado el ataque, ¡qué más da! Lanzo el contenido de mi vaso, caiga a quien caiga. ¡Se desató la guerra!  Alguien vacía el contenido de una botella sobre mi espalda.
-saca el armamento que tienes escondido debajo de la mesa.
Digo mientras vacio el vaso sobre su cabeza. ¡Comenzó la guerra!

Hasta mañana. Agur
MARIAN

jueves, 30 de agosto de 2012

NO ME VOY POR EDUCACIÓN. ESTA NO ES MI IDEA DE UNA BODA.


Como dije anteriormente estamos de fiestas, hoy es último día. Paramos en el pueblo. Veo a Luisa meter dos bolsas en el carro, la miro interrogante, se ríe.
Salimos del pueblo camino de las Ventas ¡JA! ¡ilusa! Nos desviamos hacia la ermita. Bueno, vale, una visita a los del “asau”. Ultimo día de fiestas, día tracidicional por autonomasia. Acuden vecinos de otros pueblos, hasta algún francés descarriado se deja caer. Descontrol total, todo vale, todo se acepta con buen humor. Dos veces he acudido a esa comida, pero siempre como mera espectadora, nunca me he involucrado, nunca he participado activamente en el descontrol. Hasta hoy.
Más besos, achuchones, felicitaciones, bromas y de más. Su expresión y su sonrisa me alertan, algo oculta, algo trama. ¿Qué pinto ahí con mi precioso vestido azul de ceremonia y mis zapatos de súper tacón?
-¿qué hacemos aquí?
-comer.
-¡¡comer!! ¡¡Venga ya!! ¿Qué clase de boda es esta? ¡¡De qué vas!!
-¿confías en mi?
-si, pero esta no es la idea que yo tenía de mi boda.
-es la primera noticia que tengo de ello. Se suponía que te daba lo mismo, que no era más que un tramite…..
-vámonos no sé qué hacemos aquí.
Miro a mi familia, se han cambiado de ropa, lo primero que te dicen cuando te apuntas es que lleves ropa vieja.
-¿confías en mi?
-¡QUE SÍ! Pero vámonos.
-tenemos una mesa preparada para nosotros. Relájate. Tu pon lo limites. Confía en mi.
Por supuestísimo que pongo limites. No me voy por educación y por que no puedo hacerle ese feo delante de todo el mundo. Pero no es así como esperaba pasar este día. No pido mucho, solo pasar un día bonito en el que me sienta protagonista ¿he dicho yo eso?  En fin, es lo que hay. Culpa mía por no preguntar, por dejarle hacer las cosas sin preocuparme del tema, eso me suena, ahora no puedo quejarme, pero nunca pensé que fuera a ser así. Tradicional, estirado, serio en público, eso no es del todo cierto. Pensé que sería una boda bonita, sin lujos pero con buen gusto. Es lo que hay. Más vale que nadie me tire nada, no quiero ni una sola mancha en mi vestido ni en su ropa. Si quiere desmelenarse que lo haga él solo. He dicho.

Hasta mañana. Agur

MARIAN.

miércoles, 29 de agosto de 2012

¿BODA EN EL AYUNTAMIENTO? ¡QUÉ POCO IMAGINACIÓN!


Bueno, a cualquiera le pasa, pienso. De todas formas prefiero esto que la cursi carroza de cenicienta. Lo que más me reconforta es ver su cara. A pesar de no a ver dormido está guapo. Ahora al ayuntamiento. ¡Inocente!
Dejamos el pueblo de lado, nos encaminamos al Collado de Larramendi, un paraje que a él le encanta, zona de cazadores, donde muchos días en nuestras caminatas paramos a charlar con la gente del lugar, mono tema por cierto, caza, aves, leyes, cambios etc,etc.
Allí sí está el pueblo casi al completo esperándonos, riendo. Jose Mari, su mano derecha, esperando preparado. Los últimos metros los hago de puntillas para que mis tacones no sufran demasiado, agarrada al brazo de su hermano, observada por todo el mundo. Con una sonrisa que sale de dentro, buscando la complicidad de su mirada. Ha devuelto a su camisa la compostura, la seriedad del momento.
-me gustas más con pinta de granjero.
Le digo provocando, se lo toma al pie de la letra, desabrocha los botones de nuevo y vuelve a remangarse. La verdad es que hace calor mucho calor. Mi cuerpo arde por dentro mientras  me comprometo legalmente a él, moralmente ya lo estoy.
Jose María se había preparado un pequeño discurso, que no le dejaron terminar, me quedo con una frase “no busques un buen compañero, sé tú el buen compañero” me la guardo y  la aplico.
La austera ceremonia da paso a un lunch, después de besar a todo el que se acerca, dejarme achuchar por todo el que e atreve, esa es la sensación que tengo, Miguel charla con uno y con otro, distendidamente ¡no ha habido beso! ¿Cómo es posible?  ¿Qué clase de boda es esta? por un momento me siento sola, observo a Miguel completamente integrado entre los invitados y yo sola con un vermut y un pincho. . Cruzo la mirada con mi hermana, la pequeña. Están todos, me acerco a ellos sonriente aunque esta sonrisa no sale de dentro, me siento fuera de lugar, sin saber muy bien el motivo, creo que mi marido se ha olvidado de mi, está celebrando la boda sin mí, cosas mías. Charlo con mi familia, sin quitar ojo a mi marido que se siente como pez en el agua, que desde luego no parece darse cuenta de la situación ¿qué situación? ¡Chorradas! Está ejerciendo de anfitrión, yo debería hacer lo mismo, solo que a mi esas cosas no se me dan demasiado bien, ¿eso desde cuándo? Me busca con su mirada me encuentra me sonríe y sigue con su cháchara, ¿no debería estar yo a su lado?  A lo mejor sí.
Me acerco a él, que ante mi presencia parece que se engrandece, me pasa el brazo por el hombro  mientras besa mi mejilla.
-¿no falta algo, alcalde?
- la gente parece estar a gusto, qué más da lo que falte. ¿Están los vasos del revés o sucios?
- no lo digo por eso, no nos hemos besado, ¿qué clase de boda es esta?
Sonríe abrazándome con tanta fuerza que no me deja ni respirar, mientras su lengua explora mi boca, si es que cuando se pone se pone, con mucho autocontrol, lo paro. Me siento tan observada que me incomoda, solo pretendía hacer bien las cosas.
-diviértete, consuerte, no mires como lo hacen los demás hazlo.
No poseo su capacidad de saber estar en cada momento como corresponde, eso sí, su risa me contagia, sus miradas invitan a la alegría porque a pesar de estar rodeados de mucha gente lo siento pendiente de mi en todo momento.
La mañana pasa, ahora a las Ventas pienso, menos mal que no vamos en coche, ¿nos encontraremos control de alcalemia por el camino, sonrío ante mi pensamiento, que se lo hagan a las mulas.
-hora de comer, consuerte ¿tienes hambre?
-pues, no, con los pinchos que me he comido voy servida, podemos irnos tu y yo por ahí solos si te apetece, que vayan ellos y coman.
Como estamos en fiestas la charanga se ha unido a la fiesta, ¿o la ha contratado Miguel? A saber. El caso es que no escucho su respuesta. Tira de mí y me conduce de nuevo al carro.
La charanga encabeza el desfile de carros, tractores, todo terrenos, algún coche que otro ¡qué sosos! Miro para atrás no puedo evitar reírme a carcajadas ¡vaya boda! Yo que pensaba que sería toda seria. ¡qué equivocada estaba!

Continuará….
Hasta mañana. Agur

MARIAN

martes, 28 de agosto de 2012

CARROZA DE CENICIENTA… JAJAJAJAJ


A oscuras y de su mano llegamos al jardín con el gato correteando entre mis piernas. El jardín también está a oscuras, este hombre mío mira muy mucho todas las facturas, está empeñado en no regalarle ni un céntimo a nadie. Aunque no es necesario, la noche es preciosa, es la mejor forma de observar las estrellas y el brillo juguetón de sus ojos. Está especialmente atractivo, guapísimo, encantador, desplegando todas sus artes de seducción.
Brindamos con cava la continuidad de nuestra relación, calcetines sube y se acomoda en mis piernas.
-¿de dónde ha salido este gato?
-el otro día me siguió hasta casa, lo traje a casa de mi madre, es mi regalo.
-me gustan los gatos.
-lo sé, es al único animal que prestas atención.
Recuerdo en ese momento que yo no le he comprado nada, no tengo remedio, es tarde para comprarle un perro de caza, no es necesario, ya tiene dos.
Charlamos durante horas, reímos, bebemos, confesamos secretos inconfesables, deseos olvidados, vivencias pasadas y futuras, hacemos planes hasta el amanecer. El alba nos sorprende entre risas y caricias.
-es mala suerte que el novio vea a la novia……
-espérame en casa, intenta descansar un poco, a las diez quiero verte esperándome en la puerta.
-seguro que has preparado un gran bodorrio, como si lo viera ¿has invitado a todo el pueblo? He sido un poco indiscreta, que lo sepas, yo sumo enseguida y saco conclusiones rápidamente, soy muy observadora.
-vete a casa, observadora, que no tienes ni idea de la que se te avecina.
Dice riendo y tirando de mí para que me levante y me vaya.
-te acompaño y me aseguro que te metes en la cama.
-tu conmigo, no me gusta adormir sola.
-ya te daré una pastillita.
A las diez espero delante de la puerta, imaginándolo llegar en la carroza de cenicienta, después de asegurarse de que en las ventas todo está preparado, en el ayuntamiento todo el mundo en su sitio. ¡Inocente!
Le veo llegar en un carro antiguo de labranza, con dos mulas a las que frena delante de la puerta como si llevase toda la vida haciéndolo. Con su camisa blanca recién estrenada medio abierta, remangado. Con una sonrisa que me deja sin aliento, más guapo que nunca, observando mi cara de sorpresa. Detrás van su hermano y mi hermana mayor, sentados entre el heno.
-¡monta consuerte!
Primera sorpresa del día.

Continuara..
Hasta mañana. Agur.
MARIAN

domingo, 19 de agosto de 2012

SUELTA AL GATO Y VEN CONMIGO

Llego el día y pasó, todo fue bien, eso creo, la lie bien, descontrol absoluto, ¡madre mía!  En este pueblo me conocen como la chica rara, le que va a lo suyo y no se muestra demasiado, eso creo, pero ahora, después de ese día, ya no sé qué pensarán de mi,  dice Miguel que ya voy tarde para preocuparme de eso. Empezaré por el principio
Todo comenzó la víspera. Fui a casa de su madre pensando que lo sorprendería, la sorprendida fui yo. Entré directamente en el dormitorio, la casa estaba a oscuras así que deduje que estaría dormido, me equivoqué, ni rastro de él, la cama impoluta como yo lo había dejado. Estará dormido en el sofá, pensé. Tampoco, ni rastro de él, sí de su paso por la estancia. Lo llamé pero no obtuve respuesta. Encendí las luces de toda la casa, ya realmente preocupada, esto es raro, muy raro, pensé. Como una es como es, y no puede evitarlo, la preocupación, mezclada con miedo, desconfianza o que se yo, alertó al erizo que habita en mi estomago, al que yo creía haber desterrado, pero que solo debía de estar dormido, porque reapareció. Comencé una inspección exhaustiva por la casa, alertada por el maullar de un gato, al que encontré hecho un ovillo, no tenía más de dos meses ¡más bonito! ¡Más desvalido se le veía! Muy extrañada, por supuesto, pero con la mosca detrás de la oreja, lo cogí, mecí, acaricié, besé, cosa rara en mi, hasta que se durmió en mis brazos. Tengo que confesar que me olvide de los motivos por los cuales había acudido a la casa. Según me fui quedando dormida en el sofá acurrucando a calcetines, pensé en Miguel, ¿Dónde estará? Es Miguel, confío en él, no sé donde andará, pero no pasa nada, no estamos casados, no tiene por qué darme explicaciones de todo, cuando nos casemos la cosa cambiará, pensé adormecida. Abatida ante la batalla con Morfeo, me costó distinguir entre la realidad o fantasía onírica el susurro que  a mis oídos llegaba.
-consuerte.
Entreabrí un ojo. Ahí estaba el hombre causante de mi inicial desvelo.
-¿de dónde vienes? ¿De dónde a salido este minino? Hueles a coñac. ¿vienes del bar? No hay ningún bar abierto en el pueblo a estas horas. ¿Dónde has andado? Se suponía que venias a dormir a casa de tu madre y resulta que no.
-eso lo dirás tu. Calla un poco.
-no puedo evitarlo, mis despertares son un poco raros.
-te estaba esperando en el jardín. Sabía que vendrías.
-ya, soy muy previsible, lo había olvidado. ¿Vamos a la cama y continúo con lo que estaba haciendo? Tú debías de hacer lo mismo, te recuerdo que mañana nos espera un día un poco duro.
-¡duro!
-cansado, quería decir cansado, bueno no sé, lo que quiero decir que nos espera un día distinto. ¿qué necesidad tenemos de casarnos? Así estamos bien ¿no te parece? Que no estemos cansados no significa que puedas irte por ahí sin contármelo, que no significa darme explicaciones, solo contármelo. ¿De dónde vienes?
-repito, te esperaba en el jardín.
-¡ah! Es verdad.  ¿Vamos a la cama?
-no, ven al jardín. Hablemos un rato, estoy un poco nervioso.
- ¿por la boda? No te preocupes, eso es tu falta de experiencia, yo voy a por la tercera, no es nada, es fácil ya lo veras. Una cosa te digo, va a ser la última, no se te ocurra morirte antes que yo o no te lo perdono en la vida, si quieres verme enfadada hazlo y te enterarás. Te has cruzado en mi camino, ahora no puedes irte sin mí. Ese camino lo haremos juntos, un día me pregunté con cual de mis maridos me reencontraría en el más allá, a cual erigiría. Eres tu el elegido, así que piénsatelo muy bien, si mañana echas esa firma, no te vas a deshacer de mi ni en el más allá. Cuando murió Oscar, me sentí morir mi mundo se hundió, quizá no fue el matrimonio perfecto, no lo fue, solo éramos dos niños perdidos. Superé su marcha, le quería pero como pareja ya no existía nada, por lo menos por mi parte, solo estaba con él por cobardía. Cuando Manuel se cruzó en mi camino, me pareció el hombre perfecto, pero no fue así, dirigió mi vida y mis emociones desde el primer día, muestra historia en realidad fue muy tortuosa, sé que me ayudó mucho, me enseñó el camino. Creí estar enamorada de él hasta la medula, pero en realidad me agarré a él, dependía de él para todo. Hoy sé que tú eres el hombre al que he estado esperando toda mi vida, así que mucho cuidadito con lo que haces, ¿me estás escuchando?
-suelta al el gato y ven conmigo.

CONTINUARA

Hasta mañana. Agur.

MARIAN


miércoles, 15 de agosto de 2012

VUELTA A CASA DE SU MADRE


Dicen que la rara soy yo, pero unos llevan la fama y otros cardan la lana. Le llamo a Miguel, como todos los días, la verdad es que le llamo por llamar, para nada en concreto, solo por escuchar su voz. Cuando no lo hago porque estoy entretenida y se me olvida, me llama él. El caso es que le llamo y va y me dice que hoy es un día de reflexión. Que no podemos vernos, ni tan siquiera dormir juntos, que se lleva la ropa a casa de su madre y que pasará a buscarme  mañana a las diez de la mañana. Que no lo haga esperar. Dice que el carro pasa y si no estoy lista no espera. El carro dice, que yo ya sé de qué va la cosa, ¡la nota que vamos a dar! Aparecerá con la carroza de la cenicienta, como si lo viera. Este hombre mío, no es que sea muy pomposo, todo lo contrario, pero pensará que lo de la carroza de cenicienta me hará ilusión, aunque me parezca una horterada, he de ser agradecida. Además se supone que no sé nada, con lo cual me haré la sorprendida.
El caso es que estoy en casa sola, son las doce de la noche, estoy nerviosa, no me apetece nada meterme en la cama y menos sola. He intentado autosugestionarme   tomando un caramelo de menta como si fuera un orfidal, no me funciona.  ¡Madre de dios ¡ ¡mañana me caso! Mañana ¡no! Luego. HOY ME CASO. ¿Qué me habrá preparado? ¡con lo poco que me gusta a mi dar la nota, mañana me espera un día…… no sé ni a quien hemos invitado, imagino que mis hermanas estarán, eso espero, a la tercera va la vencida, no han asistido a ninguna de mis bodas. Espero verlas. ¿Vendrá Nania? Espero que sí y no por mí, sino por Miguel, espero que no le haga el feo a su padre y venga.
Después de pensármelo mucho, de tomarme tres tilas, cuatro caramelos, haciendo el paripé de que son orfidales, escuchar un audio de meditación, juro que he hecho todo lo que se me ha ocurrido para tranquilizarme y dormir. Lo siento mucho pero me mudo de casa. Que no se le vaya a ocurrir decirme que me vaya, voy a dormir con mi pareja. A casa de su madre me voy, me meto en su cama, paso el brazo por encima de él, escucho sus ronquidos, me duermo.  Es l a única manera. Así que me largo. Diga lo que diga. Es que vaya chorrada, ni que tuviéramos veinte años y viviéramos en casa de nuestros padres, eso es imposible, los dos somos huérfanos. Ya sé que él es muy tradicional, pero se supone que esto de casarnos es un puro trámite, así que sintiéndolo mucho, no le voy a hacer caso y me voy a meter en su cama. Diga lo que diga. Además tendremos que hacer nuestra despedida de solteros, el ultimo quiqui antes, el siguiente ya será casados. No me enrollo más, ya me he auto convencido de que debo ir.

Hasta mañana. Agur.
MARIAN

lunes, 13 de agosto de 2012

DICEN QUE NO SOMOS COMPATIBLES ¡QUÉ SABRAN ELLOS!


Yo tampoco soy una niña, voy a cumplir este año los cuarenta y nueve, si no fuera porque fumo como un carretero se podría decir que llevo una vida bastante sana. Pero estoy hecha polvo, cansada, con el estómago revuelto, dolor de cabeza, medio mareada. Pero aun y todo he ido a trabajar, con unas ojeras hasta los pies, pero he ido. No ha sido mi día más activo pero por lo menos he hecho acto de presencia. Para que luego hablen de las mujeres, somos más fuertes, digan lo que digan.
La juerga estuvo muy bien, no me prepararon ninguna faena, creo que Luisa se encargó de ello. Bromas las hubo y muchas, pero creo que hasta eso estaba pactado de ante mano. Ahora que lo pienso deben tener de mi un concepto equivocado o quizá no. Realmente soy muy rara y todo el mundo lo tiene asumido. El caso es que lo pasé muy bien. Todo muy correcto, quizá demasiado, con Miguel la despedida fue distinta, le hicieron un montón de perrerías, aquí son muy brutos, acabaron lanzándolo a la presa, eso es l que él me contó, pero me he enterado de que fue él el que se tiró. El caso es que se desmadró de lo lindo, que no se por qué le doy vueltas al asunto, quizá porque lo mío fue todo muy controlado, eso me da qué pensar, bueno es lo que hay.
 Queda un día para…, nada. Todo va a seguir igual, no va a cambiar nada ¿porqué me pasaré todo el día repitiéndome lo mismo? Será el temor a que las cosas no vayan bien, aunque por firmar un papelito no tiene porqué cambiar, eso creo.
Otra tontería de las mías, él es escorpio, yo sagitario. Mire donde mire, se supone que somos incompatibles, pero la cosa es que de momento nos va bien, nos compenetramos estupendamente. Últimamente me ha dado por mirar esas cosas, hasta he llamado a una vidente para que me diga cómo nos va a ir, ya sé, es una tontería, pero necesitaba que alguien me dijera que nos iba a ir estupendamente.  Como resulta un poco caro lo de llamar y no está la economía, por lo menos la mía, para grandes gastos. Aunque he de decir que llamé del teléfono del hotel, más que nada porque sé que Miguel controla mucho las facturas, de todo tipo y me daba un poco de vergüenza que supiera que ando con esas bobadas, a lo que iba. Como no estoy para granes derroches, me he comprado unas cartas del tarot y me las hecho yo. Creo que me estoy obsesionando con el tema, hay veces que me salen estupendas, el sol por todos los lados pero otras me sale la torre. ¡Me da una cosa! En fin cosas mías. Estoy haciendo un curso de tarot por internet, por pasar el rato, estas cosas siempre me han llamado mucho la atención.
Mañana es el gran día, viéndolo a él tengo ganas de que llegue. Ayer llamaron por teléfono y salió fuera a hablar, estuve tentada de cotillear, no lo hice. Cuando entró en casa su sonrisa me intrigó, pero por más que pregunté no hubo manera de que me dijera nada. Es cierto lo que se cuenta por ahí, está ilusionado, como un niño con zapatos nuevos. ¿Qué dirán de mí? ¿Qué coño me importará a mí lo que digan? Para mi desgracia mucho.
En fin, voy a dejar de gandulear, estoy en la oficina, intentaré hacer el paripé de que trabajo.

Hasta mañana. Agur.

MARIAN

lunes, 6 de agosto de 2012

HE SIDO UN POCO INDISCRETA


Ayer llegó a casa aprestando a alcohol. Se duchó antes de meterse en la cama, no sé a qué olía su cuerpo, había una mezcla extraña de alcohol con no se qué, esperaré al mediodía a que e lo cuente, porque de momento está sopa, no va a ir ni a trabajar, dice que no puede. No se que se habrá pensado, un niño no es, ya tiene cincuenta y nueve años, , no está acostumbrado a hacer grandes juergas, es demasiado sano, casi no bebe, casi no fuma, se paga sus buenas caminatas todos los días, vamos que está estupendo por la vida sana que lleva. Ayer se le debió olvidar, porque hoy está que no puede con su alma. Me ha pedido que me pase por el ayuntamiento para avisar de que no se encuentra bien., como si todo el mundo no supiera ya cual es el motivo de su malestar, también tiene derecho ¡qué narices! A ver si yo soy capaz de disfrutar lo mismo que él, me toca a mi ir de juerga.

Me he pasado por el ayuntamiento, cosas de la vida a caído en mis manos un sobre que ponía “para Miguel, personal” ya sé que no está bien, pero no he podido con la curiosidad, lo he mirado. Se supone que no debemos tener secretos ¿no? Pues eso, lo he mirado, era un folleto con información de varios modelos de coches con caballos, con fotos y todo. He visto uno que me ha encantado, es como una diligencia, como en el oeste, espero que elija ese, una pena que no pueda dar mi opinión al respecto. Seguro que elige el que parece la carroza de la cenicienta, como si lo viera. En fin que he sido un poco indiscreta, que le vamos a hacer.
La verdad es que no se con certeza donde vamos a comer, pero vamos yo sumo rápido, en el hotel veo maniobras un tanto extrañas, que hago como que no me doy cuenta, pero las veo. No quiero preguntar por no meterles en compromiso.  El viaje ya lo tengo preparado, una semanita en las islas, nunca he estado, creo que él tampoco. Le doy un día para que descanse, porque está mayor aunque se comparte como un niño últimamente,  después rumbo hacia nuestras primeras vacaciones juntos. Luna de miel dicen que se llama. Espero a verlo hecho bien y que disfrute.
Bueno pues eso, que esta noche me voy de juerga, ya se algunas cosas de cómo va a ser el dia de mi boda, me haré la sorprendida.

Hasta mañana. Agur.

MARIAN.

domingo, 5 de agosto de 2012

Un día de transición


Ilusionada, pero con cierto temor, una absurdidez de las mías, pues en nada va a cambiar mi relación con Miguel, pero no puedo evitarlo. Observando las miradas de cierta gente que se que hablan de mi a mis espaldas alentando los comentarios mal intencionados de Nekane, de la que no sé nada ,pero sé que sigue en su empeño.
De la consulta-charla con Fermín no sacamos nada en claro, primero porque Nekane posee el cuarenta por cien del hotel, no puedo deshacerme de ella y lo que yo creo más importante es que para Fermín la familia es intocable, haga lo que haga y Nekane es sobrina directa, sé por experiencia que no va ha hacer nada que la perjudique, lo que  a mí me pone en una situación muy delicada pues en su momento fui familia postiza ahora no soy nada. Entiende la situación, pero se que no va a mover un dedo por resolverla. Tampoco creo que esté en sus manos. Saldrá el sol por Antequera, en algún momento las aguas volverán a su cauce, eso espero. Estoy cansada de esperar que la vida ponga a cada uno en su sitio. Paciencia, no puedo decir que en este momento me esté molestando, por lo menos no a la cara, por detrás si.
Se han empeñado en hacerme una despedida, es absurdo además de que me resulta incomodo estar en la mira de todo el mundo. No he tenido más remedio que aceptar, Luisa es la que la ha liado. Me he casado dos veces,  en ninguna de mis bodas he hecho despedida de soltera y ahora, cuando menos sentido tiene, la voy a hacer. En fin, no tengo más remedio. No tengo ni idea de quien vendrá si he de ser sincera, quitando a Luisa que es lo más cercano que tengo como amiga, no intimo con nadie más, hablo con todo el mundo, pero marcando distancias. Además aun sabiendo que son cosas mías, siento que la gente me mira de forma distinta, ya se porqué y me hace sentirme muy incómoda, sé que culpa mía no fue, que la decisión la tomó él, que además con su acción me complicó mucho las cosas. Estando a su lado siempre me sentí muy sola, con lo que hizo dejó bien claro que no solo me sentía así, si no que lo estaba. Pasado. Con Manuel todo surgió de una manera que fui a casare sin saber que lo hacía, con lo cual no hubo despedida. Bueno, ahora no tengo más remedio que aceptar la juerga. Espero que tengan en cuenta que soy Marian, más rara que un perro verde, que bla, bla, bla. En este pueblo son muy brutos a la hora de hacer esas cosas, espero que tengan consideración conmigo.
Miguel también va ha  hacer despedida de soltero, él está encantado, anda intentado sacar información sobre las burradas que le tienen preparadas, para intentar fastídiales, se lo está pasando en grande, disfrutando y me alegro por ello.
Viéndole a él, está de un humor excelente, con más fuerza en su mirada que nunca, desplegando su sonrisa a diestro y siniestro, esto me lo han contado, dicen que parece un crio con zapatos nuevos, no entiendo muy bien el porqué, no es más que un tramite, nuestra vida no va  a cambiar por ello. La  cuestión es que está logrando que yo me ilusiones con el tema, que espere impaciente a que llegue el día. Va a ser en el ayuntamiento, eso creo. Está haciendo los preparativos él, no quiere contarme nada. Da lo mismo, lo hará bien.

Hasta mañana. Agur.

MARIAN

sábado, 4 de agosto de 2012

NO TE HAGAS LA DORMIDA


Me metí en la cama en cuanto se fue, si no vuelve esta vez no pienso ir a casa de su madre, pensé. Pero vino, se metió en la cama.
-no te hagas la dormida.
-no lo estoy haciendo.
-asunto resuelto, no tienes de que preocuparte, ya le he dicho unas cuantas cosas, espero que se mantenga al margen, conmigo no va a jugar y con mi mujer tampoco, ¿esa eres tu no? Bien entonces deja de mortificarte con sus chorradas.
-no son chorradas, a lo mejor tiene razón y lo único que te traigo son problemas.
-el único problema que tengo contigo es tu falta de confianza hacia mi, espero con el tiempo y mucha paciencia conseguirla. Solamente pido es que cuando tengas algún problema me lo cuentes, nada más, fíjate que fácil te lo pongo.
-no es tan fácil.
-el día que consigas quitarte el sentimiento de culpa, lo lograrás. Te sientes culpable por eso ocultas  cosas, así lo complicas todo mucho más, te haces daño a ti misma. ¿Cuánto tiempo lleva Nekane amenazándote con amargarte la vida? Lo jodido de todo es que le has dado el poder de hacerlo. Quítaselo, ella no es nadie para ti, no tienes con ella ninguna responsabilidad, mañana vamos a hablar con Fermín, vamos a resolver esto legalmente. Quizá pienses que no me doy cuenta, equivocada estás, estoy mucho más pendiente de ti que de lo que te imaginas,. Aunque creas que sabes disimular, lo haces muy mal, callo esperando que seas tu la que me lo cuente,.
-no sabes las cosas que cuenta de mi.
- da lo mismo que lo salga por su sucia boca.
-quizá a ti si, a mi no ni a la gente tampoco. Dice que yo provoqué que Oscar se quitase la vida, que me casé con su padre por interés, no sabia que estaba enfermo..
-no puedes hacer caso de esas cosas, da lo mismo lo que diga el problema es el efecto que hacen en ti sus palabras. Porque no irás ha decirme a estas alturas que tiene razón.
-no, se equivoca completamente.
-no se equivoca, Marian, su intención es hacer daño, sabe que lo consigue.
-te aseguro que delante de ella me hago la fuerte.
-ya te conoce, sabe de sobra como darle la vuelta a las cosas para jugar contigo.
-no se porqué demonios le conté mi vida, mira, luego dices que confíe en la gente ¿de qué me sirve? Para llevarme malos ratos.
-el problema no eres tu, es ella la que actúa mal, además ¿porqué ocultar que Oscar se quitó la vida? por él o por ti. ¿No andará tu sentimiento de culpa al querer cerrar bajo cincuenta candados esa verdad? Se sincera conmigo¿ hiciste algo para que él tomara esa decisión?
-no lo sé.
-dilo claramente, mea culpa, mea culpa. Yo induje a Oscar a quitarse la vida porque soy mala y perversa…
-¡te estas pasando!
-ben, ya te ha costado reaccionar. Entérate ya de una vez, fue decisión suya, no voy a decir que fue un cobarde, pues hace falta mucha valentía para hacer lo que hizo, si la hubiera utilizado de mejor forma, otro gallo le hubiera cantado y a ti también. Ahora vamos a intentar dormir.
-vale, abrázame, bueno espera un poco que me da la calorina ¡ufff qué calor! Vuelven los sofocos. Vete para allá ¿de que te ries? A mi no me hace ninguna gracia, ardo por dentro.


Hasta mañana. Agur
MARIAN

viernes, 3 de agosto de 2012

ESTO ERA LO ULTIMO QUE ME HACIA FALTA


Iba yo flotando en mi nube de algodón, pensando en llegar a casa, ver mi reflejo en esos ojos color miel, que tonta me tienen, en el bodorrio que él está preparando, no me deja hacer nada, dice que de lo único que tengo que preocuparme es de la ropa que vamos a llevar y del viaje. Para lo de la ropa he quedado con Luisa, es una experta estilista. Lo del viaje eso es cosa mía, me paso el día hablando con agencias e viaje, lo voy ha hacer bien. Vamos, que iba haciendo planes, cuando me he encontrado, en el aparcamiento como siempre, con mi problema actual. No he hablado con nadie sobre ella, ni con Miguel, ya se que no hago bien, pero es lo que hay. El caso es que me estaba esperando, para hacerme aterrizar forzosamente de mi nube de algodón.
-muy buenas, Nekane ¿Cómo te va la vida?
Le he preguntado intentando disimular mi desagrado.
-mejor que a ti.
-estupendo. ¿Me esperas por algún motivo?
-por supuesto, ¿pensabas que después de enterarme de que vas a por el tercero me iba a quedar callada? No sabes tú nada, te has cargado la herencia de Manuel, necesitas más pasta, así que has engatusado al pobre Miguel. Lo que él no sabe es que han empezado sus problemas, ya me voy a encargar yo de que sepa quien eres en realidad, con mi padre te salió bien, con este no.
-muy bien, muchas gracias por tu apoyo moral, lo tendré en cuenta. No esperes una invitación.
-no va a ser necesario, no te vas a casar.
-que te den, adiós muy buenas, si me dejas entrar en mi coche, me largo.
-te vas a meter tu puta chulería por donde no digo. Te vas a arrepentir toda tu puta vida el haberte cruzado por mi camino.
-Estupendo, ahora si me permites desearía irme.
Se ha apartado no sin antes lanzarme su mirada de odio.
Se me ha hecho una bola tan grande en el estómago que parecía que me había comido una vaca. He parado en el pueblo, solo porque sabía que Luisa iba a estar pendiente, porque la caída de mi nube a sido traumática. Me estaba esperando en la plaza. Quizá hayan sido imaginaciones mías pero yo diría que la gente que allí había me ha mirado… no se como definirlo, pero desde luego no me a gustado. Un insoportable dolor de cabeza ha sido la excusa para intentar irme, no me ha servido, Miguel estaba apoyado en la puerta del bar, así que no he tenido más remedio que quedarme. He intentado disimular, reír, aún sin ganas. He cambiado el café por un mosto, he hecho todo lo que he podido por mantener la calma, lo que no he conseguido  ha sido mirar a este hombre, que lo es todo para mí en este momento, a la cara, no he podido enfrentar su mirada. A lo mejor Nekane tiene razón, no debía de casarme, algo hay en mí que no funciona bien, quizá no sea capaz de hacerlo feliz, ni de cumplir mi promesa de no desaparecer.
Cuando hemos llegado a casa y me ha obligado a mirarle me he derrumbado, no he aguantado la presión y me he sincerado con él.
-esto era lo último que a ti te faltaba.
Ha dicho y ha salido de casa.

Hasta mañana. Agur.
MARIAN