sábado, 12 de mayo de 2012

NO PRETENDO SUPLANTAR A NADIE


Aquí estoy postrada en el sillón, sintiéndome una inútil, no sé andar con muletas, con un humor de perros, sola, abandonada a mi suerte. Estoy tan enfadada conmigo misma, que no tengo ganas de hablar con nadie, el teléfono no para de sonar, no le hago caso. Te vendrán bien unos días de descanso, ha dicho Miguel, pues no, lo que necesito es actividad, movimiento, no estoy acostumbrada a estar tumbada tanto tiempo. Si me siento es peor. ¡Patetico! parezco un alma en pena. Agarro las muletas y me levanto, si me caigo ¡ya me levantaré! ¡Tonta del culo cabeza loca!
Comienzo a dar paseítos por la casa, es costoso, agotador. El timbre de la puerta suena, se que Miguel no es, estará todo el día fuera, utilizaría las llaves, ¿quién coño será? ¡Con lo que me va a costar llegar! Casi alcanzando mi objetivo escucho que el que sea manipula la cerradura y abre. ¿Será posible? Por una decima de segundo me asusto ¿Quién tiene llaves de la casa?
-¡MARIAN!
La voz de Joanes, el hijo de Miguel, cambio mi rictus de cascarrabias por mi cara de los domingos y saludo toda simpática.
-el viejo está preocupado ¿porqué no coges el teléfono?
-ya le llamo.
Tiene los mismos ojos que su padre, pero el viejo como él lo llama es más guapo, algún día se lo diré, no me gusta que se dirija a Miguel utilizando esa expresión, algún día se lo diré también.
De vuelta al sillón, charlamos de sus cosas de, su hermana, que se que ha estado en el pueblo pero no se ha dejado ver, me ignora y me duele. Sé que es difícil para ella ver a su padre con otra mujer, lo entiendo y lo respeto, sé que Miguel evita que nos veamos. Pero me gustaría acercarme a ella, no pretendo suplantar a nadie, ni es mi hija ni la siento como tal, pero me gustaría acercarme a ella. Por joanes sé que este fin de semana viene, así que aprovecho el momento.
-¿venís a comer el domingo tu y Nahia?
-cuenta conmigo Nahia no sé si querrá venir.
-¿está enfadada conmigo?
-no, está enfadada con el mundo entero.
-ya tenemos algo en común. Intenta convencerla. Tu padre nunca dice nada, pero sé que lo pasa mal.
-mi hermana está enamorada de mi padre, siempre ha sentido celos de mi madre, si yo fuera tú, dejaría las cosas como están.
Hasta mañana. Agur

MARIAN

viernes, 11 de mayo de 2012

LA TONTERIA DEL DÍA


Entro en la oficina, ¿a nadie se le ha ocurrido ventilar? ¿Tanto cuesta abrir la ventana? ¡Por favor! ¡Pero si no se han molestado ni en quitar el polvo! Me parece que alguien me va a escuchar, no soy especialmente maniática con la limpieza, de hacho de la oficina me encargo yo, no necesito que nadie lo haga, pero si yo no estoy ¡joder! ¿Tanto cuesta darse una vuelta por aquí ventilar y quitar un poco el polvo? Sin enredar en mis cosas, eso sí, que no me entere yo que nadie curiosea en mis cosas, pero unos mínimos hay que cumplir ¡coño! alguien me va e a escuchar, el primero que tenga la mala suerte de tocar la puerta, que como siempre es Andrés.
-buenos días.
-buenos días ¿no se le ha ocurrido a nadie ventilar la oficina? Huele a tabaco. Pasar un poco un plumero también se podría haber hecho, ¿tanto cuesta?
-eso háblalo con Miguel, dijo que dejásemos todo como está.
Cuando tengo ganas de discutir no hay nada que me siente peor que me quiten los argumentos para ello ¡me da una rabia!
-¿qué tal tu padre?
-bien.
¿Y el tuyo? Le hubiera dicho solo por fastidiar. Cosa que por supuesto no hago.
Hablamos del trabajo de los huéspedes, que van subiendo poco a poco, si no trabajamos ahora malo, nos esperan unos buenos meses, eso espero. Hay que darle la vuelta a esto como sea. Hemos bajado un poco los precios, esperando que eso anime a la gente a alojarse en nuestra casa. Hemos añadido más actividades. Ruego a quien sea nos ayude a sobrevivir lo mejor posible para que podamos mantener el trabajo.
Joxetxo interrumpe la conversación. Me siento incómoda ante su presencia. Desvincularme de sus problemas me cuesta, pero no me queda otro remedio, le ofrecí una habitación en el hotel a un precio módico, lo justo para que nadie diga nada. ¿Qué haría Manuel en mi caso? En fin nunca tendré la oportunidad de saberlo. Charlo un memento con él, su situación cada vez es más precaria. Me hago el propósito de hablar de su caso con Nekane, al fin y al cavo es su tio.
Cuando se va llamo a Miguel, necesito escuchar su voz, eso me ayuda a ponerme en mi sitio.

-hola guapo.
-hola consuerte.
-¿estás ocupado?
-no.
-¿nos vemos?
-no puedo, tengo una reunión.
-¡qué pena! ¿Comemos juntos?
-no puedo.
-¿tengo que pedir hora para verte antes de la noche?
-inténtalo, puedo hacerte un hueco.
Me está poniendo negra.
-¿se puede saber porqué le has dicho a Andrés que nadie entre en la oficina? ¿de qué vas?
-hace un día estupendo.
-¿para qué? ¿Para pasarlo sola?
-asomaté a la ventana, deja que el sol broncee tu cara de mal genio.
-eso es lo que voy a hacer, me voy a tomar el sol, yo sola.
Mientras digo eso me asomo a la ventana, el dia es bueno, pero hace demasiado calor. Lo veo sentado delante de la ventana y escucho su risa contagiosa.
-mira qué bien se lo pasa él.
Le digo al telefono.
-como un enano. Sal por la ventana.
-no tengo nada mejor que hacer.
La conversación sigue telefonicamente.
-se valiente consuerte, haz una locura.
Sin pensarlo dos veces, cosa rara en mi, salto el metro que separa mi ventana del suelo.
Tres horas más tarde, tumbada en mi cama con una escayola en la pierna derecha, bajo los efectos de un calmante me dice.
-no sabes ni hacer locuras.
-las locuras siempre acaban mal.
-no, las locuras son divertidas siempre que sepas protegerte ¿cómo se te ocurre saltar con tacones? Te has lanzado como si saltaras al vacio.
-dejalo estar, no estoy para charlas serias. Una pastillita para drmir me vendria bien.
-¿de que sabor la quieres, fresa o menta?
-menta.
Hasta mañana. Agur.

MARIAN

miércoles, 9 de mayo de 2012

SI ÉL SUPIERA……


Y salió, después de un mes en la clínica, más pa yá que pá cá, con un pie en el otro lado decidió que aún no le había llegado el momento. Comenzamos la lucha, porque su cuerpo es fuerte, pero su cabeza por la falta de riego va fatal, solo tiene dos pensamientos “bebe que la vida es breve” y “al centro no voy, me voy a mi casa”. Si él pudiera saldría corriendo, como ve que no sale con la suya se pone hasta violento, siempre lo ha sido, lo ha ocultado muy bien. Intenta convencerme de mil formas para que lo traiga a mi casa cosa que no haría por mil motivos, no pienso esclavizarme a él, ni lo merece ni lo merezco. Allí, en el centro está bien atendido, en casa seria una lucha constante contra el alcohol, es su obsesión, siempre lo ha sido. Así que haciéndonos sentir como unas malas hijas, llegando incluso  a insultarnos, lo dejamos en la ambulancia que lo envía de nuevo a su infierno, como él dice, pero que es donde mejor está.

Retomo mi vida, mi trabajo, con un sentimiento tremendo de culpa,  ¿por qué tendrá ese poder sobre mí? ¿Porqué he de pulgar yo por sus errores? Son suyos no míos, el día que consiga no absorber su culpa habré conseguido ponerlo definitivamente en su sitio. Todo se andará. Creo que tardaré un tiempo en volver a verle, tengo que alejarlo de mis pensamientos, me absorbe demasiado.
Miro a mi chico guapo, lo tengo delante, él si consigue que me sienta bien, querida por lo que soy, respeta todas las facetas de mi vida. Tengo lo que siempre he querido, un compañero a mi lado, esa parte de mi vida está bien, muy bien diría. Muchas veces me ve aporreando el teclado, no sabe lo que escribo, no tiene ni idea de que me paso el día hablando de él, de nuestras cosas. Algún día le daré la clave de mi blog para que conozca esa parte de mi vida que aunque son cosas de los dos, la llevo yo sola, por timidez. Aunque mucho me ha costado, sabe mis secretos inconfesables. Quizá ya no tiene sentido seguir ocultando esta faceta mía. Lo que él no sabe es que muchas discusiones nos hemos evitado, pues antes de hablar con él, cuando estoy mal, lo escribo, discuto con él virtualmente, para evitar hacerlo personalmente. Saco mi rabia aporreando el teclado. Muchos malos momentos he evitado de esta forma, cosas mías.
Ahora lo tengo sentado frente a mí, con una copa y un cigarro en la mano, últimamente fuma más, tendré que echarle la bronca por ello, pero hoy no. Le tengo tantas ganas que hasta me gusta su forma de hacerlo, llevamos unas cuantas noches sin dormir juntos, viéndonos a ratitos,  no ha faltado ni un solo día al hospital ni a su trabajo, se las ha apañado para cumplir con todo, hasta si ha sido muy necesario ha hecho parte de mi trabajo. ¡Tengo una suerte! Porque yo lo valgo, como dice el anuncio.
-¿vamos a la cama?
Espero su respuesta perdiéndome en esos ojos color miel, que me cautivan.
-¿has terminado?
Me dice sin acercarse respetando este momento.
-si
-apaga ese puto ordenador, pasa más tiempo con él que conmigo.
Me rio, si él supiera….
-llevo casi un mes sin sentarme delante de él, a ti te he visto todos los días.
Digo provocando no sé muy bien qué. Quizá escuchar de sus labios que tiene tantas ganas como yo de pegar su cuerpo al mío, que me ha echado de menos tanto como yo a él, aunque nos hayamos visto a ratitos. Con su mirada me lo dice, con sus gestos. Así que hasta mañana.

Hasta mañana. Agur

MARIAN