domingo, 22 de julio de 2012

SOY DEMASIADO PREVISIBLE


Un pequeño paso o grande, según se mira, antes de levantarse de la cama me ha besado en la mejilla. No sé si voy a ser capaz de definir la inmensa alegría que he sentido, se me han pasado todos los males, ya va pasando.
He ido a trabajar de un humor excelente, me da lo mismo lo que hoy pase, nada va a restar importancia a la alegría que tengo por ese leve gesto, me he dicho.
Como la lavandera parece estar de huelga he mandado a otra persona ha hacer el trabajo. No he visto a Nekane hasta última hora de la tarde, en el aparcamiento, parare ser que se ha convertido en nuestro lugar de encuentro. Le he propuesto que se vaya, si aquí no está a gusto lo mejor es que se largue. Me ha contestado que no piensa darme esa alegría, que si se lo hubiera pedido antes de humillarla a lo mejor. Que le den.
Tan contenta estaba por el avance de esta mañana que antes de ir a casa he parado en el pueblo esperando verle, no quiero provocar nada pero ya estoy cansada de esta situación, así que sé que en el pueblo, delante de más gente me hablará. No lo he visto, parece que sabe mis movimientos, creo que me conoce demasiado lo mismo que yo a él, me esquiva.
He ido a casa he esperado el tiempo prudencial, como no aparecía ¡ala a casa de su madre! Cargada con su ropa y algo de cena. He entrado a la habitación y me he quedado de piedra, sin saber cómo reaccionar, el cuadro que faltaba en la exposición estaba colgado en la cabecera, enmarcado. Se suponía que lo había comprado alguien del otro pueblo, pues va a ser que no, ha sido él. No sé cómo interpretarlo, es un lienzo muy especial, muy mío.
Me he quedado dormida esperándole, no ha aparecido en toda la noche. Yo que pensaba que lo de la mañana había sido el inicio de algo, pues va a ser que no. A lo mejor ha pasado algo, he empezado a preocuparme, si hubiera pasado algo ya lo sabría me he dicho, las malas noticias llegan rápido. ¿Dónde está? Espero a las ocho y llamo al ayuntamiento, sintiéndome mal por tener que averiguar dónde está de esa manera.
-Miguel te ha dejado un mensaje. Ha dicho que ha llegado bien, que no te ha llamado porque era muy temprano y no quería molestarte, que ya te llamará al mediodía, que hoy va a andar muy liado.
Soy demasiado previsible, me conoce demasiado, él ya sabía que yo iba a llamar preocupada, aunque no entiendo tanto disimulo con la gente, si ya todo el mundo debe saber que no andamos bien, en fin es su forma de hacer las cosas. El caso es que ya sé que está fuera. Así que muy triste y deprimida voy a trabajar, deseando que no pase nada, no estoy para disgustos.

Hasta mañana. Agur.
MARIAN

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