miércoles, 24 de octubre de 2012

PALABRAS MAGICAS


Dejo de ser su lastre para convertirme en su compañera. Si vamos adormir aquí seis noches, tengo que cambiar un poco esta habitación, le digo.
-¿cambiar?
-¡limpiar! Después de comprar ¿vienes?
-iré, me he quedado solo con las mujeres.
Camino del supermercado escucho.
-qué raro, Miguel, que no te hayas quedado limpiando la habitación. Con lo maniático que eres para esas cosas.
¡Maniático! ¡Miguel limpiando! ¡Pero si no ve el polvo!
-ya me gustaría a mí que Juan limpiara como él.
“tienes una suerte…..” me dice Miguel al oído y “tú tienes un morro” le contesto.
-luego hemos quedado en limpiar, la casa está sucísima, entre los dos le daremos un buen meneo a la habitación.
-lo raro es que se haya metido a la cama sin limpiar primero.
-estaba muy cansado, he dormido mal esta noche.
Contesta haciéndome un guiño. ¡Pero qué morro tiene! Como hay un dios que hoy limpia. Me parece que voy a aprender mucho estos días. En casa no coge ni un trapo, ni se moja las manos para fregar un vaso.
De vuelta del supermercado, cojo los utensilios para limpiar.
-¡qué! ¡Limpiamos!
Sonríe.
-no lo hago en casa porque tu lo haces muy bien. Además cuando llego a casa está todo hecho. Tú eres más maniática que yo. Ya limpio yo los cristales.
Coge los aparejos destinados a ese menester y se sienta sobre la cama.
-Si es cierto que soy muy maniático, me gusta la limpieza. El primer día que entraste en mi casa te pusiste a limpiar como si llevaras toda la vida haciéndolo. ¿La casa estaba sucia?
-no, la tenias impecable, eso es cierto, lo único que hice fue cambiar las cosas de sitio, no eres nada practico. La librería es lo único que tienes sucio y desordenado.
-tenemos que hacer limpieza allí, hay un montón de cosas que tendrían que acabar en la basura.
-lo haremos. He estado tentada de hacerlo un montón de veces. ¿Cómo van esos cristales?
-ya voy, ya voy, estamos hablando.
-sí pero yo hablo mientras limpio, tu puedes hacer lo mismo.
-¿porqué te has traído ese ordenador?
-porque aquí no hay y ya que tu vas a desaparecer durante un montón de horas algo tendré que hacer yo ¿no te parece?
-mil cosas puedes hacer, relacionarte, salir a pasear ¿sigo?
-no es necesario.
-¿de dónde has sacado el ordenador?
Salgo y lo traigo.
-mira.
Digo enseñándole carpetas de fotos que aún no he borrado.
-¡tíralo!
-¿porqué lo voy a tirar? Todavía funciona.
-hazme caso y deshazte de él. Si quieres un ordenador portátil ya compraremos uno.
Lo dejo aparcado en una silla con la mosca detrás de la oreja, algo no me cuadra, no digo nada.
-¿Cómo van esos cristales?
-ya voy, ya voy. Creía que ya no tenías nada que hubiera pertenecido a Manuel. ¡Tíralo!
 -¿porqué?
-porque te lo digo yo.
Palabras mágicas para que haga todo lo contrario.

Hasta mañana. Agur.

MARIAN

martes, 23 de octubre de 2012

PARA ESO ESTOY YO


Íbamos cuatro en el coche, me moría de sueño, estaba sin dormir, es normal. He venido por él. Ya sé que él tampoco ha dormido ¿qué problema hay en que me duerma mientras conduce? Que yo sepa ninguno y si lo hay lo siento mucho es lo que hay. Es que a veces no logro entenderle, de verdad. Me desperté cuando llegamos, solo estamos a cuatro horas de casa.
-voy  acostarme un rato antes de comer.
Me dice de mal genio.
-voy contigo.
Digo mientras me hago cábalas sobre los motivos de su genio. Coge las maletas y me pasa el ordenador portátil que he traído, lanzándome su mirada asesina. ¡Me dan unas ganas de largarme! Que no sé ni cómo me controlo. Se ha pensado este que voy a aguantar sus morros toda la semana ¡lo lleva claro! ¡Ya puede cambiar de actitud conmigo! Lo que más me indigna es que el mal genio solo lo muestra conmigo, con los demás es majísimo, con las demás sería más exacto. Le sigo a la habitación mugrienta que nos han asignado. Me desagrada pero me lo callo. Ya no tengo sueño, así que agarro el ordenador y salgo a la calle. Busco un sitio tranquilo apartado de todo el mundo enciendo el ordenador. Empiezo a borrar todo lo que hay en él, tenía que haberlo hecho hacia mucho, de hecho no sé porqué he cargado con este trasto. Miro y borro cada carpeta que veo, no son más que fotos y fotos mías. Manuel se pasaba el día haciéndome fotos con el móvil, creo que estaba obsesionado conmigo. No sé porqué he pensado eso, quizá porque tiene un montón de fotos de antes de que ni tan siquiera le hablase o le prestase la más mínima atención. Tiene fotos de mí con Oscar. Eso me hace sentir extraña. Hacía tiempo que no pensaba en él, en Manuel digo. Dejo la tarea a medias y vuelvo a la borda.
Me hago el propósito de integrarme en el círculo de amistades de Miguel, a lo mejor es eso lo que le pasa, a lo mejor no me estoy portando bien. Abro con cuidado la puerta de la habitación, duerme. Entro en la cocina donde están las demás mujeres, limpiando los utensilios, haciendo recuento de lo que hay que comprar, riendo de chistes feministas. Se las ve a gusto.
-¿un café, Marian?
-¡vale!
Las observo sentada en un viejo taburete, ¿porqué no seré capaz yo de actuar con esa naturalidad? ¿Qué hago mirando en vez de participar? A él le gustaría que lo hiciese. Otras mujeres y conozco muchas se quejan de que sus hombres desaparecen en época de caza, el mío quiere compartir eso también conmigo. Vuelvo a la habitación, voy despertándole suavemente, mimando su despertar, tumbándome cariñosamente a su lado.
-¿estás enfadado conmigo?
-si no estás a gusto y quieres irte lo entenderé.
-yo no lo entendería ni aceptaría. No quiero irme, quiero estar contigo. Tengo miedo de no estar a la altura.
-no vas a pasar ningún examen, son mis amigos y tuyos si tú los aceptas en tu vida.
-voy a la cocina a echarles una mano.
-¿me traes un café?
Vuelvo a la cocina, empiezo a prepararle el café como a él le gusta, cuando la mujer de Aitor le echa un chorrito de coñac, le digo que no que él no lo toma así, me contesta que sí, que ella siempre se lo prepara así. Bueno pues a partir de ahora la única que le prepara los cafés soy yo, si quiere con chorrito que me lo diga a mí, que para atenderle como a él le gusta estoy yo, que para eso he venido, ya me voy a encargar yo de que las cosas estén como a él le gusta. Así se lo digo cuando le llevo el café. Se ríe y no sé el motivo.

Hasta mañana. Agur.

MARIAN

lunes, 22 de octubre de 2012

¿QUÉ HA PASADO?


Vuelvo a casa, como soy incapaz de meterme en la cama ni de tumbarme en el sofá, preparo la maleta. ¿ y si se ha ido al hotel? Seguro que sí, si no ¿Dónde va a ir? Ni corta ni perezosa, a la par de las cuatro campanadas del reloj de la iglesia salgo de casa, me monto en el coche embargado hasta que no se lo llevan puedo utilizarlo, me dirijo al hotel.
Pillo a la chica de recepción dormida, se pega un susto de muerte, no me extraña. Intenta disculparse ante mi reacción, lo que ella no sabe es que la primera que se ha pegado un buen susto he sido yo. Pregunto por Miguel, he visto su coche en el aparcamiento. Habitación ciento veinticinco me contesta, dándome las llaves.
Entro de puntillas en la habitación, no quiero asustarle, solo quiero observar su reacción al meterme en su cama. Me acoplo a él, como si de cualquier día normal se tratase.
-buenas noches, consuerte.
-buenas noches alcalde.
-estás como una regadera.
-no intentes deshacerte de mí, ya no puedes. Haces conmigo lo que quieres…..
-más quisiera yo.
Me interrumpe.
-a dormir que las ocho llegan enseguida.
-hemos quedado a las seis.
Así que si que casi sin tiempo a dormir ya salimos de la habitación, mientras preparo algo para desayunar mira a Miguel, salgo directa a recepción.
-¿porqué pagas? Eres bobo o qué te pasa.
-¿Cómo no voy a pagar?
-pues porque estás casada con la casi dueña del hotel.
La recepcionista nos mira sin saber qué hacer.
-no le cobres, anula el pago, yo invito.
Digo mirándole y haciendo gestos.
Mientras desayunamos me mira con cara de no entender con cara de ya la estamos liando de nuevo.
-vamos a ver Miguel, aquí no tienes que pagar, estaría bueno, encima de que casi no cobro voy a pagar una habitación…..
-siempre que vengo pago.
-pues yo ¡NO!
-mal haces.
-vamos a dejarlo, no me entiendes, empecemos bien el día que no tengo ganas de salir corriendo tras de ti. Por cierto ¿Cuándo has ocupado tú una habitación?
Digo alarmada, empezando a pensar lo que no debo, sin saber de dónde viene ese absurdo pensamiento. Miro sus ojos esperando no se qué tonta excusa.
-¿Cuándo he ocupado yo una habitación?
-no sé, tú sabrás, eso es lo que me gustaría saber.
Me mira rascándose la nuca, con cara de alucinado, sin saber qué decir, dándole vueltas al café, haciendo que me sienta la tía más idiota del mundo mundial.
Le paso una madalena, sonriendo, guiñándole el ojo.
-¿qué ha pasado?
-nada, nada, déjalo, olvídalo. Será cosa de la menopausia.
Hasta mañana. Agur.

MARIAN


jueves, 18 de octubre de 2012

NO EXISTE LA EXCUSA PERFECTA


Mañana me voy una semana, con un poco de cargo de conciencia, quizá no sea el momento adecuado para ¿para qué? ¿Para divertirme? No creo que sea capaz, ojalá sea capaz de desconectar un poco. Me voy por Miguel, por complacerle, por acompañarle. Bla, bla, bla, bla.
A lo mejor no voy, no estoy de humor, para aguantar a las mujeres de los amigos cazadores de Miguel, no estoy con humor para conversaciones de ropa, hijos, chorradas. Si por lo menos fuera Luisa…. ¿se le ocurre a alguien una buena excusa para no ir? después del disgusto de ayer no puedo ir, mi conciencia no me lo permite, no puedo gastar dinero, no debo sería más correcto decir. Así se lo planteo a Miguel. Resulta que ayer se le caía el mundo con el tema del embargo, sí ya sé, es cosa mía, mi economía, no la de él. Dice que él se hace cargo de los gastos de estos días eso no me hace sentirme mejor.
-de verdad, Miguel, no es buena idea.
-ayer estabas toda subidita ¡que les den! Decías ¿ya le has dado la vuelta? Ahora toca auto castigarte y de rebote a mí. Muchas gracias guapa.
-de nada guapo.
-no lo entiendes ¿verdad? Tampoco veo que hagas el esfuerzo. ¡Estoy harto de ir solo  a todos los lados! ¿Tienes alguna queja de mí? Intento apoyarte en todo, hago lo que sea para que no te sientas sola, estoy dando el cien por cien por esta relación, no me siento recompensado. Solo piensas en ti, en tus historias, en tu vida, mejor dicho en tu no vida. ¿Vas a solucionar algo quedándote en casa? Estas buscando una excusa para no ir, para no acompañarme. Para mi es importante que vengas conmigo. No  puedo obligarte, ni quiero, me gustaría que lo hicieras por mí. ¿a que se reduce nuestra relación? Trabajo, casa. Yo quiero algo más,  me gusta la vida y quiero vivirla contigo. Intentas arrastrarme a tu no vida y yo intento hacer todo lo contrario. Desde que has vuelto a trabajar ni vienes a andar conmigo…..
 Pongo la mesa escuchando sin intervenir, dejando que suelte todo lo que tenga que decirme, aguantando las ganas de llorar, no es el momento, no quiero su compasión. Ni creo que me la merezca, se que tiene razón. Llevo la cena a la mesa. Escucho un portazo ¡qué manía tiene de irse de casa cuando se enfada! Eso me pone nerviosísima. ¿Querrá que corra detrás de él? Si pudiera lo haría pero me siento demasiado mal para ello.
 Cojo al gato y espero paciente a que vuelva tumbada en el sofá. Las campanadas de la iglesia me mantienen informada del paso las horas, las doce, la una, la dos. Ya no aguanto más. Quiere que vaya con él, pues iré. Quiere que salga corriendo tras él, lo haré, ya sé donde está.
Pero no, no está donde yo creo, esta vez no ha ido a casa de su madre. Esta vez es su hermano el que ocupa la casa. ¿Será cosa de familia el enfadarse y retornar a casa de su difunta madre?

Hasta mañana. Agur.
MARIAN

miércoles, 17 de octubre de 2012

¡ANDA Y QUE LES DEN!


Creo que le debo de caer mal a la cartera, se empeña en traerme las malas noticias a primera hora, el correo normal lo trae al mediodía, cuando la carta es certificada me la entrega a las nueve, si no he llegado me espera. Tengo que invitarla a tomar un café en el pueblo, antes lo hacía. Se llama Mari Jose, todo un personaje, una de esas personas ante la que me quito el sombrero, menos a primera hora de la mañana, cada vez que la veo se me encoge el estomago, ya sé porqué viene, le pongo tan mala cara que luego me siento mal. Le debo un café, está claro.
Dicho lo cual, la seguridad social que dice que me embarga el coche, pues que se lo lleven, ya estoy harta, que les gusta mi coche, pues para ellos. Andaré con el “pitti-pitti” ¿os acordáis de él? Es un coche que me encanta, para ir de casa al hotel y del hotel a casa tengo más que de sobra. Lo malo es que no cubro con eso, ni me acerco, veremos qué pretenden quitarme después. He decidido no llevarme malos ratos, ya son muchos, no merece la pena. ¡Anda y que les den!
El que se lo ha tomado mal, aun sabiendo que iba a llegar, ha sido Miguel. No sé si alguna vez le he oído jurar como hoy. Hoy hemos cambiado los papeles, he tenido que tranquilizarle y quitarle importancia, además no la tiene, no es más que un coche. Se ha empeñado en entregarlo, me he negado, si lo quieren que vengan a por él. Lo voy a dejar aparcado en mitad del pueblo, no voy a esconderme como si fuera una delincuente, ya no. Que todo el mundo se entere. Esos son mis planes, Miguel no está de acuerdo. Quiere llevar el tema con discreción. No tengo ganas de discutir con él, pero creo que esta vez voy a hacer las cosas a mi manera. No sé, ya veré.
A la real sociedad le perdonaron la deuda ¡qué vergüenza!  Yo no pido eso, solo que me la dejen pagar a el ritmo que yo pueda.
Esto tiene que estallar por algún lado, no porque me roben el coche, si no por las injusticias que se están cometiendo.
No se lo que tardaran el ejecutar el embargo, pero desde hoy mismo dejo de utilizar el coche.
¡ANDA Y QUE LES DEN!

Hasta mañana. Agur.

MARIAN

miércoles, 3 de octubre de 2012

OS LO CUENTO


Se rumorea en el pueblo que viene Alex de la Iglesia a hacer un castin para elegir seiscientas brujas. Yo como siempre a lo mío y sin hacer ni puñetero caso. Según paso por el pueblo al salir de trabajar Luisa me para. Después de un café, dos vinos, dos pinchos de tortilla, dos vinos más, Miguel llamándome sosa a cada negativa, me dejo convencer para ir a ver a Carmen Maura y a Alex.

Al día siguiente salimos de casa, el coche abarrotado, sin que se entere la guardia civil sobrábamos una, la gasolina está muy cara. Vamos por el monte, todo pistas. Paso cerca de la cabaña, me puede la curiosidad y como soy yo la que conduzco, me acerco a echar un vistazo. Ya os contaré que es lo que vi ¡para flipar! A lo que iba, una hora de camino. Yo solo voy como espectadora, lo digo y reafirmo un millón de veces, no pienso participar.
Por fin llegamos, gente por todos los lados. De Carmen Maura o Alex de la Iglesia ni rastro. Como es normal, yo ya lo había dicho. Me dejo enredar por el momento y el cachondeo que nos traemos, el caso es que nos presentamos todas al castin, después de hora y media de espera.
Solo llaman a tres de nosotras, pero nos apuntamos todas a ver como se rueda una peli, como experiencia. Falto a trabajar. A las seis de la mañana, salimos de nuevo las seis en el coche. A un kilometro, más o menos del lugar, nos para la guardia civil ¡solo quedaba un kilometro! ¡multazo al canto! A ver como se lo explico yo al alcalde pienso, en fin, una bronca me espera por conducción temeraria ¡que chorrada!
Por fin llegamos, las citadas hacen cola para maquillarse, las demás nos vamos a desayunar. En ello estábamos cuando aparece la chica del castin y se nos ocurre preguntar si podemos ver el rodaje, yo no se lo hubiera preguntado, me hubiera metido discretamente, no todo el mundo es como yo. Va la tía y nos dice que como es que no os han maquillado, que qué hacemos ahí, se lo explicamos y va y nos dice que se ha llamado a todo el mundo, que además falta gente que no se a presentado y que además buscan gente mayor ¡qué manera de llamarnos viejas! El caso es que en menos de media hora ya estamos maquilladas y mal vestidas, no hemos llevado ropa para la ocasión. Muertas de la risa por las pintas nos unimos al grupo que ya está en el lugar.
Por cierto de la Maura, nada de nada, se rumorea que está, pero nadie la ha visto. Han reclutado a todos los compañeros de Paco, el de “los hombres de Paco” ¿os acordáis de la serie? Una de las mejores. Alex de la Iglesia majísimo, por cierto le dobla la edad a su novia, la protagonista de la peli.
Agotadas de tanto correr. Ni se las veces que repetimos la misma escena volvimos a casa a las nueve y media de la noche. Fue un buen día, el ambiente fantástico. Tenemos que volver el viernes, esta vez lo haremos en autobús, como todo el mundo. Ya que lo ponen aprovecharemos, la gasolina está por las nubes y las multas más. Ya os contaré.
Por cierto por mucho que miro y remiro la foto, no me distingo por ningún lado ¿Cómo me vais a encontrar si no me encuentro ni yo? Jjaajjaajjaa.


Hasta mañana. Agur

MARIAN

martes, 2 de octubre de 2012

ESTOY AHÍ






¿ME VES? PUES AHÍ ESTOY.





estos son mis compañeros de trabajo


jjajajajajajajjajajaj


hasta mañana. agur


MARIAN