Sentada estoy, en la plaza, esperando ver pasar a Miguel,
con una tila. Amargada pérdida, con un mosqueo que no me aguanto ni yo. Podría
llamarle y decirle que quiero hablar con él, pero no me apetece molestar, ni
tengo ganas de esperar a que llegue a casa, así que aquí estoy controlando
quien entra o sale del ayuntamiento, haciendo cábalas sobre los motivos de su
visita, cualquier cosa me viene bien antes de pensar en los motivos de mi
enfado, controlando los bajos instintos de mandarla a freír espárragos, a Nekane
digo, cualquier día no me contengo y se entera, como hay un Dios, que me
escucha. ¿Qué se pensará que es? Esta de qué va, hace dos días no tenia donde
caerse muerta y hoy se cree la reina del lugar, con sus aires de grandeza, se
cree muy lista, muy guay. Pues es tonta del culo y lo peor de todo es que me
arrastra a mí. Pues se acabó, esto yo lo corto, no sé como lo voy a hacer……….
Hay sale mi chico guapo, levanto el brazo por si no me ha
visto, aunque seguro que alguien le ha informado de que estoy en la plaza con
una tila y cara de pocos amigos, menudo pueblo es este.
-hola guapo.
-hola cascarrabias.
Cuando estoy de buen humor me hace gracia que me llame así,
pero cuando estoy toda mosqueada, me revienta, pero no he venido a discutir con
él, así que le lanzo una mirada de cuidadito que el horno no está para bollos,
que los quemo y luego le sonrió toda falsa.
Se sienta a mi lado
mirándome de reojo, espera pacientemente a que le suelte cualquier barbaridad
de las mías, cosa que no pienso hacer, no he venido a discutir, solo ha hablar
con él.
-¿tienes tiempo?
Contesta con la cabeza, poniendo caras tontas intentando
hacerme reír, sonrió forzada.
-para ti siempre tengo tiempo. ¿Qué pasa con Nekane?
Yo flipo, ¡qué asco de gente! ¿Cómo es posible que le hayan
venido con el cuento? ¡Si ni tan siquiera hemos discutido! ¡Si me he ido por no
liarla! ¡Estas cosas me ponen del hígado! ¡Negra!
-¿en este pueblo la gente no tiene nada mejor que hacer que
espiarme?
-¿Quién te espía a ti?
-¡no me vaciles, no me vaciles!
-no te estoy vacilando, solo intento saber qué te pasa,
antes de que acabemos discutiendo por cualquier tontería, antes de que digas
algo que haga que me enfade, antes de que empieces a auto inculparte e intentes
cargarme a mi tu culpa.
-yo no hago eso.
-sí lo haces. Hablamos de los motivos que te preocupan o me
voy a trabajar…..
-no te enfades conmigo por favor, hablamos, sólo he venido a
hablar. Sé que si hablo contigo sabré que hacer, tú siempre haces que me sienta
bien, tu…….
Caya mi discurso poniendo su mano sobre mi boca.
-bla, bla, bla, bla. Ya sé que me quieres un montón, que soy
el hombre perfecto, que soy guapo, etc.,
etc., luego me recompensas por ello. Preparas una cena especial, te pones como
tú sabes que me gusta, de lo demás me encargo yo. Ahora haz el favor de hablar de lo que te
preocupa de verdad, sin rodeos.
HASTA MAÑANA. AGUR
MARIAN