viernes, 3 de agosto de 2012

ESTO ERA LO ULTIMO QUE ME HACIA FALTA


Iba yo flotando en mi nube de algodón, pensando en llegar a casa, ver mi reflejo en esos ojos color miel, que tonta me tienen, en el bodorrio que él está preparando, no me deja hacer nada, dice que de lo único que tengo que preocuparme es de la ropa que vamos a llevar y del viaje. Para lo de la ropa he quedado con Luisa, es una experta estilista. Lo del viaje eso es cosa mía, me paso el día hablando con agencias e viaje, lo voy ha hacer bien. Vamos, que iba haciendo planes, cuando me he encontrado, en el aparcamiento como siempre, con mi problema actual. No he hablado con nadie sobre ella, ni con Miguel, ya se que no hago bien, pero es lo que hay. El caso es que me estaba esperando, para hacerme aterrizar forzosamente de mi nube de algodón.
-muy buenas, Nekane ¿Cómo te va la vida?
Le he preguntado intentando disimular mi desagrado.
-mejor que a ti.
-estupendo. ¿Me esperas por algún motivo?
-por supuesto, ¿pensabas que después de enterarme de que vas a por el tercero me iba a quedar callada? No sabes tú nada, te has cargado la herencia de Manuel, necesitas más pasta, así que has engatusado al pobre Miguel. Lo que él no sabe es que han empezado sus problemas, ya me voy a encargar yo de que sepa quien eres en realidad, con mi padre te salió bien, con este no.
-muy bien, muchas gracias por tu apoyo moral, lo tendré en cuenta. No esperes una invitación.
-no va a ser necesario, no te vas a casar.
-que te den, adiós muy buenas, si me dejas entrar en mi coche, me largo.
-te vas a meter tu puta chulería por donde no digo. Te vas a arrepentir toda tu puta vida el haberte cruzado por mi camino.
-Estupendo, ahora si me permites desearía irme.
Se ha apartado no sin antes lanzarme su mirada de odio.
Se me ha hecho una bola tan grande en el estómago que parecía que me había comido una vaca. He parado en el pueblo, solo porque sabía que Luisa iba a estar pendiente, porque la caída de mi nube a sido traumática. Me estaba esperando en la plaza. Quizá hayan sido imaginaciones mías pero yo diría que la gente que allí había me ha mirado… no se como definirlo, pero desde luego no me a gustado. Un insoportable dolor de cabeza ha sido la excusa para intentar irme, no me ha servido, Miguel estaba apoyado en la puerta del bar, así que no he tenido más remedio que quedarme. He intentado disimular, reír, aún sin ganas. He cambiado el café por un mosto, he hecho todo lo que he podido por mantener la calma, lo que no he conseguido  ha sido mirar a este hombre, que lo es todo para mí en este momento, a la cara, no he podido enfrentar su mirada. A lo mejor Nekane tiene razón, no debía de casarme, algo hay en mí que no funciona bien, quizá no sea capaz de hacerlo feliz, ni de cumplir mi promesa de no desaparecer.
Cuando hemos llegado a casa y me ha obligado a mirarle me he derrumbado, no he aguantado la presión y me he sincerado con él.
-esto era lo último que a ti te faltaba.
Ha dicho y ha salido de casa.

Hasta mañana. Agur.
MARIAN

4 comentarios:

Pilar Abalorios dijo...

Vamos, no vas a dejar que esa mujer llena de miedo y rabia te vuelva a hacer daño, esta vez no.

Besos

Anónimo dijo...

Marian, tienes que tomar una decisión, ya no me quedan uñas.

BEGO dijo...

ÁNIMO Y MUUCHA FUERZA!!!
EL AMOR SUPERA TODO
UN ABRAZO!!!

FIBO dijo...

Ya te dije un dia, que a Nekane darle puerta pero ¡YA!...dejarle las cosas claras y a tu futuro nuevo marido igual...las cosas claras y el café con leche...sino no se va a ningún lado...un besote preciosa.me gusta como vas relatando tu dia a dia.