viernes, 19 de agosto de 2011

¿MIGUEL ESTÁ MALO?

Mide tus deseos, pesa tus opiniones, cuenta tus palabras
 Pitágoras


Vuelvo a la rutina.

Desayuno mirando al cara borde, que para mi hoy tiene cara de aburrido, sí, yo creo que se está aburriendo, tendré que provocarle un poco, hoy pensaré qué hacerle.

Llamada del hijo de Miguel, ya le he informado de que estoy en casa y que todo va bien, como siempre.

He ido al hotel, las cosas marchan como es debido, creo que ya se han olvidado de mis arañazos, mejor, que haga otro de malo, lo mío tiene que ser ocasional, que sepan que estoy, que no me meto pero que la última palabra la tengo yo. Cuidadito con Marian, que no se deja pisar. Siempre ha sido así, no me meto con nadie, pero como sienta que alguien intenta pisarme, pasar por encima de mí saco las uñas rápido, faltaría más, Manuel me lo recordaba a menudo.

Cafecito con Luisa, no entiende mis impulsos, ni falta que hace, son cosas mías, no tengo que darle explicaciones a nadie, voy y vengo a mi antojo, luego me quejaré de que nadie me llama, cosas mías.

Luego me daré la caminata, para que todo sea como siempre, faltará el saludo de Miguel, me conformaré con el saludito del hijo, es lo que hay. Me ha gustado que se preocupe por mí, a lo mejor lo hace con todo el mundo y yo ya estoy haciéndome películas, qué más da, se preocupa y punto. No me atrevo a preguntarle al hijo  cuando viene, ya me enteraré, en este pueblo te enteras de todo, no hay más que preguntar, hace tiempo que no veo al alcalde ¿está malo? Con eso suficiente, seguro que alguien sabe algo.

A la hora de comer no me apetecía irme a casa, así que me he ida comer un plato combinado al pueblo, me he sentado en la plaza, ¡cómo se nota que es agosto! No hay ni moscas en el pueblo, está desértico, ¡qué aburrido! Es un lugar pequeño pero muy coqueto, muy bien conservado, suelen venir muchos turistas a las casa rurales, que hay unas cuantas, pero hoy hasta los mosquitos se han ido a la playa o las piscinas. ¿A quién voy a mirar yo? Con lo que me entretengo mirando a la gente. Como no tenía a nadie con quien entretenerme he entrado dentro para charlar con Pepi, la dueña del bar, prima de Manuel, por cierto. Es de las pocas que no me menciona el tema Manuel, cosa que le agradezco. Le he preguntado si sabe qué le pasa al alcalde, que he oído decir que está malo, ¡toma! Pepi lo sabe todo, no se le escapa ningún cotilleo, pero cuidadito con ella, que saca conclusiones rápidamente, me ha dicho que hace días que no lo ve, que este alcalde que tenemos es tan reservado que no hay manera de sacarle nada de su vida, pero que ella cree que está de vacaciones, pero a lo mejor tienes razón, me ha dicho, y está en alguna clínica, últimamente no le veo buena cara. ¡La lie! Ahora va a dar por hecho que está malo, en fin, cosas del pueblo. No he conseguido lo que quería, sigo sin saber cuando viene. Ya vendrá, ya saldrá de la clínica jajajaj.

Hasta mañana. Agur.

MARIAN.



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