martes, 16 de agosto de 2011

ME LARGO

Afuera no hay canto de pájaros, y dentro un silencio sofocante se cierne sobre todos y todas las cosas, y parece arrastrarme hacia un abismo
 Anne Frank


Me estoy aburriendo con el cara borde, hoy le he dado una charla sobre educación, si te hablan debes contestar, le he dicho, como mínimo deberías darme los buenos días, cuando entro en la cocina, digo yo, voy a tener que educarle, a lo mejor es mudo, sordo no parece.

Me he levantado de mal humor, he ido al hotel, me he metido en la oficina, no tenía ganas de ver a nadie, he pasado la mañana echando partidas de parchís por internet, ¡tengo un vicio! Al final me he ido asqueada. Me he dado una vuelta con el coche, solo por pasar el rato, no sé por qué, pero me he sentido perdida, sin rumbo. Ahora que reflexiono un momento sí se los motivos, no tengo a nadie a quien observar, no tengo a nadie al que prestar atención, creo que la cosa va por ahí, ¡qué aburrimiento! Ha perdido el encanto de sentarme en la plaza, ya sé que no le voy a ver, esperar en la terraza de casa a ver si lo veo pasar, no va a pasar ¿qué hago yo ahora? Hasta que vuelva se me va ha hacer eterno. Vaya mierda de vida, perdón por la expresión, creo que si desapareciese nadie se daría cuenta, nadie me echaría de menos. En casa el único que me espera por las mañanas es el cara borde, pero ni me habla, estoy más sola que la una, ya sé que es lo que yo busco, pero necesito importarle a alguien, necesito que alguien se preocupe de mi, saber que alguien me echa de menos, alguien con quien compartir mis cosas.

En mi caminata me he parado a hablar con María, somos como el blanco y el negro ¡qué mujer! Es admirable su talante, no pierde la sonrisa ni las ganas de hacer bromas. Donde si veo lo que está sufriendo es en sus ojos, ahí es donde veo reflejada su tristeza, no brillan como siempre, no sonríe con sus ojos. ¡Pobre! No ojos no mienten, que diría Manuel.

He pensado que me voy a ir a la cabaña unos días.



Hasta mañana. Agur.

MARIAN.

4 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

No digas que si desaparecieras no se daria cuenta nadie, al menos yo si,me he acostumbrado a ese si pero no, y como puedes imaginar, hasta que la cosa no termine, vivo en un sin vivir.
Un abrazo.

El intimista secreto dijo...

Lo mejor cuando uno está muy depre es pasear, pero no entre la gente, sino por el campo o por la playa. ¿La cabaña? Mmmm, suena bien, pero no para quedarse dentro y dejar que los recuerdos te devoren. A pasear y a cargarse con la energía de la Naturaleza.
Un beso.

Mariluz GH dijo...

¡Hombre, tanto como nadie nadie!... ¡¡hala, a la cabaña!!

déjale una tacita de leche y galletas al cara borde, no sea que te destroce el frigo ;)

un abrazo

Pilar Abalorios dijo...

Date una vuelta por la cabaña, disfruta de los recuerdos y carga pilas, creo que alguien te está queriendo decir algo.

Un beso