sábado, 13 de agosto de 2011

HOY TAMPOCO HE IDO A TRABAJAR


El cara borde a cambiado de postura, el codo apoyado en la mesa y la cabeza sobre su mano, ahora que lo pienso es la primera vez que veo su mano, no lleva anillos, en la muñeca lleva un cordón de cuero. Le he preguntado en qué piensa, no me ha contestado, como siempre ¿algún día conseguiré que me diga algo? ¡Es más soso!

Hoy tampoco me apetecía ir a trabajar, no sé qué está pasando, llevo tres años sin parar de trabajar, casi sin hacer fiesta, porque se supone que es lo que me ayuda a no comerme el tarro, pero ahora ha dejado de apetecerme ¿tendrá algo que ver el hecho de que haya tenido que sacar las uñas? Seguro que sí, llevo mal que hablen de mí a mis espaldas, he dejado rastro de mi carácter, no me hace mucha gracia, la verdad. A lo mejor es que de repente tengo ganas de vivir ¡ilusa de mí! El caso es que ni he aparecido.

Luisa preocupada por mi ausencia me ha llamado le he dicho que tenia día gandul, desde que trabaja se pasa por el hotel a tomar un café conmigo.

He dedicado la mañana a hacer limpieza en armarios, me ha dado por tirar cosas, he preparado un montón de bolsas con ropa que no tengo la menor intención de ponerme, me ha dado apuro tirarla al contenedor, le he llamado al cura y se las he dado, si quiere que las tire él. He estado un buen rato en la habitación que compartía con Manuel, que ya no uso, es preciosa, he tenido muy buenas vibraciones, hasta me he sentado en la cama. El armario está prácticamente vacío, alguien se encargó de que las cosas de Manuel desaparecieran, si soy sincera no tengo ni idea de quien fue, Luisa supongo. Me ha dado un momento la tontería, me lo he permitido, por él, por las cosas que vivimos juntos, por lo que lo echo de menos, por todo lo vivido en esta habitación. He abierto un cajón de la que era su mesilla, me he encontrado con el ordenador portátil, lo he tenido que enchufar para poder cotillear, lo llevaba a todos los lados, por la música, fue nuestro compañero en las escapadas que hacíamos. Tenía un montón de fotos mías, se pasaba el día haciéndome fotos, que yo no quería ni mirar, no soy fotogénica y no me gusta como salgo, no me hacía caso y se pasaba el día con el móvil haciéndome fotos. He estado tentada de borrarlas, pero al final no lo he hecho, no sé porqué. No había nada más interesante, mucha música y cosas de trabajo. Lo he dejado donde estaba, no me apetece usarlo ni tampoco deshacerme de él. He cogido la foto que tengo de él en mi mesilla, su expresión es seria, pero sus ojos sonríen, le he sonreído y besado, él también ha sonreído, lo he sentido así, cosas mías.

Me he ido, pues la tontería iba a acabar mal. He ido hasta el pueblo dando una vuelta, me ha dado el impulso de meterme en la iglesia, rara vez voy, no soy especialmente religiosa, aunque sí creo que algo  hay o quizá necesite creer en ello. No sé el tiempo que he estado sentada mirando al altar, sin pensar nada en concreto, me he sentido bien. No sé porqué lo he hecho, pero me he sentido cerca de él creo que ha estado sentado a mi lado, si hay cielo él está ahí, con los buenos.

He vuelto a cambiar la ruta de mi caminata, para evitar. Me asustan un poco los sentimientos que Miguel está despertando en mí, no sé si estoy preparada para una nueva relación.

Hasta mañana. Agur.

MARIAN.

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