Siempre habíais sido lo más caro a mi corazón, mi posesión y mi obsesión; por eso tuvisteis que morir prematuramente
Friedrich Nietzsche
El cara borde obediente y discreto, como es él, estaba sentado en su silla. Le he hablado más dulcemente que ayer, me siento un poco mal por la reacción de ayer, pero tiene que quedarle bien claro que a mi cama solo se acerca quien yo invite y de momento nadie, en el futuro ya se verá, no voy a decir de esta agua no beberé, pero de momento con sed me quedo.
He subido a casa de Carmen, con mi piti-piti ha sido un poco tortuoso. Cuando Carmen me ha visto a empezado a llorar, su madre le ha mandado callar le ha dicho que a llorar al cementerio ¡qué pasada! No he sabido cómo reaccionar. Lo demás han sido buenas caras, han sido muy cariñosas conmigo, todo atenciones, ¡claro no hay con quien competir! Andrés, no estaba. Me han invitado a comer, pero no me he quedado, he cargado el móvil he comprado algo y para el mediodía ya estaba en casa.
Nadie me ha llamado, nadie ¡qué pena! Cada uno tiene lo que se merece ¿no?
He comido en la calle, voy a llenar esto de plantas no hay ninguna, mientras daba cuenta de la comida he imaginado como quedaría ¡precioso! Cuando me jubile vendré a vivir aquí.
Hasta mañana. Agur.
4 comentarios:
Sí, mujer... pero no había buena cobertura :)
un abrazo
Tu lo has dicho y no yo:"Cada uno tiene lo que se merece".
Un abrazo.
Cuanto soledad y silencio, pero acompañada de un imaginación fresca planeando llenar de plantas tu entorno.
saludos dejo mi abrazo.
Iba atrasada y sin saber de cara de borde, veo que va tomando ciertas confianzas, hacia donde nos va a llevar?
La próxima vez la bateria del movil llenita, llenita.
besos Maryan.
Publicar un comentario