Ya estoy de vuelta del viaje, todo muy bien, sol, playa,
largas caminatas mañaneras, paseos nocturnos, comilonas, súper desayunos. Sin
que nadie se entere me he aburrido un poco, se me ha hecho la semana un poco
larga, nada malo tengo que contar, todo tan bien y tan correcto que se me ha
hecho aburrido. Algún momento bonito ya
ha habido, pocos, quizá sean cosas mías o mi actitud, la de no saber
apreciar lo que tengo, la de no saber vivir el momento, el presente, no lo sé.
Pero bueno, todo bien. Ya estamos de vuelta.
Cuando Luisa me ha preguntado, cosas mías seguro, pero he
tenido la sensación de que no tenía ninguna súper aventura que contarle .
aunque luego mientras trabajaba, me he dado cuenta en que a lo mejor el hecho
de que hayan sido unas vacaciones tranquilas, es bueno, por lo menos bajo mi
punto de vista, significa que mi estado de animo ha sido bueno, es la realidad,
he estado muy tranquila, ni tan siquiera me he levantado de mal humor, ni
cuando se empeñó en madrugar todos los días y no me dejaba en paz hasta que me
levantaba. Cuando nos sentábamos en una terraza después del paseo nocturno y
estaba muy a gusto e insistía en que teníamos que recogernos para prepararnos
para la ruta establecida de ante mano, por él claro está, terminaba la bebida
rápidamente y de su brazo a dormir. Cuando en la sobre mesa estaba a gusto y no
me apetecía darla por concluida, porque la charla que teníamos era amena e
interesante, se empeñaba en ir a la playa, con el argumento de que podíamos hacer
lo mismo rebozados en arena, sin darse cuenta de que así cortaba la
conversación.
Al tercer día un poco o quizá un mucho cansada de tanto
orden y organización le escondí el reloj, esperé a que se durmiera y desconecte
el despertador, no sirvió de nada, se despertó igual.
Al siguiente día adelante el despertador dos horas, con un
poco de suerte, lo apaga y como aún no es la hora se vuelve a dormir y se
despista. De nada sirvió.
Al día siguiente le escondí las deportivas, de nada sirvió,
fue con chancletas. Esa noche al ir a ducharme, no encontré mi ropa interior. Tuve
que lavarme la que llevaba puesta para ponérmela al día siguiente. Cuando me
levante había desaparecido. Como represalia le escondí el bañador. Fue a la
playa en slip. Por la noche esperé a que se durmiera e hice desaparecer todos
sus slips. En algún momento me debí dormir, porque cuando me levante también había
desaparecido mi bikini, era lo único que me queda, lo usaba como ropa interior.
Si bien es cierto que ese día salimos una hora más tarde. Al mediodía, cuando
subí a la habitación antes de comer, me encontré un sujetador encima de la
cama, ¡mira qué majo! Pensé, no te gusta que ande sin sujetador, pues no me lo
pienso poner, pero todo se quedó en un rebelde pensamiento, me lo puse, pero
solo por estética, no por hacerle caso. Por lo menos, pensé hoy no hay playa. Me
equivoqué. De su brazo acabamos en una playa nudista, que por cierto yo no sabía de
su existencia, por lo visto él sí.
Pensándolo un poco mejor ahora que lo pienso las vacaciones
no han sido tan aburridas, claro que esto no se lo voy a contar a Luisa.
Tanto jugar con los relojes y despertado, el ultimo día nos
dormimos, casi perdemos el avión de vuelta, para gravar la cara de Miguel, hasta
que nos embarcamos. ¡Tenía un mosqueo!
Cuando deshice las maletas eché de menos algunas cosas ¿Dónde
metería mi ropa interior? A saber, se habrá quedado en la habitación, seguro
que con las prisas se le olvidó recuperarla. Habrá que reponer lo perdido.
Calcetines, mi gatita, se quedó al cuidado de Josema el
hermano de Miguel, pensaba que no me reconocería, pues solo estuve con ella dos
días, sin embargo en cuanto la cogí en brazos se acomodó en ellos y enseguida ronroneó,
se acuerda de mi, dije, por respuesta se rieron los dos ¡qué sabrán ellos! Yo
se que me reconoció.
Hasta mañana. Agur
MARIAN
4 comentarios:
Y la historia continua, el gatito la reconocio y no, las vacaciones parece que no fueron tan aburridas. (tengo que ponerme un poco al dia)
Un beso Marian.
Tan cotidiano como la vida misma.
Las vacaciones siempre se esperan con deseo, pensando en que haremos todo lo que nos gusta y que durante el año no hemos podido hacer. Sin embargo, muchos de esos deseos terminan por no cumplirse.
Pero, aún así, ya estamos esperando las siguientes con impaciencia.
Saludos querida amiga. Que disfrutes de tu gatito.
Me parece muy divertido el juego de esconder prendas....aburrido dices????
QUE VA....
ENHORABUENA GUAPA!!!
Hace ya un tiempo que creo que la calma es en sí misma una gran aventura.
Besos
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