Y al que le tengo dicho que la caza ha de llegar a casa
limpia. Estoy rodeada de cazadores, que por cierto me tienen cazada, ninguno de
los dos tiene necesidad de cazar para comer, lo hacen por afición, la
diferencia es que uno lo hace en el jardín, sin más armas que sus garras y el
otro tiene todo un arsenal para realizar su cometido.
Intenta convencerme para que vaya con él, todos los años
salen fuera dos semanas, ¿qué se supone que tengo yo que hacer allí? Dice que
la mujer de Iñaki también va y se lo pasa bien, pues mejor para ella. A mí no
se me ha perdido nada allí, además ¿con quién dejo a calcetines, mi bebe
gatuno? Además tengo que trabajar, que no puede ser, que no, diga lo que diga.
Ahora recuerdo que el año pasado por estas fechas aún no
habíamos hecho pública nuestra relación y no pude ir a la cena que hacen
cazadores. Este año de eso no me salva ni el apuntador, en fin a lo mejor se me
ocurre una buena excusa y me libro.
En esto andaba mi cabeza cuando Susi, la mujer de Iñaki, me
ha llamado, intentando convencerme de que vaya con ella. Le he dicho que me lo
pensaré. A los cinco minutos, Mari Jose la cartera del pueblo y mujer de otro
cazador, me llama con la misma historia. Me lo pensaré he contestado. A los
cinco minutos, Ángela más de lo mismo. Así tres llamadas más. Me lo pensaré he
contestado a todas. No se qué hacer.
Se lo he comentado a Luisa y su respuesta me ha dejado
pensativa. Dice que ya va siendo hora de que me haga mi círculo de amigas. Eso me
lleva a compromisos en los que no se si me apetece entrar, me gusta andar a mi
aire. Una cosa no quita la otra, me ha contestado.
Lo he hablado con Miguel, su respuesta también me ha dejado
pensativa. Dice que le gustaría que participase más en su vida, que siempre ponga
pegas a la hora de relacionarme con su círculo de amigos, que siempre tiene que
ir solo, porque siempre busco excusas tontas para no ir. Lo peor de todo es que
tiene razón, pero es que yo soy así.
Nunca he tenido amigas, muchas conocidas, pero lo que se
dice amigas no, lo malo del asunto es que no se si quiero tenerlas, creo que
estoy bien así. También se que es egoísta por mi parte no querer participar en
las cosas que son importantes para él. Tendré que aceptar aunque solo sea por
él. Ya veré lo que hago, porque ahora mismo soy incapaz de fabricar una excusa
medianamente convincente para no hacerlo. A lo mejor se me ocurre alguna, todo
es ponerse. Una gripe, un dolor de muelas, un cólico…. Mal voy así, que ya me
conozco, solo tengo que quererlo y alguna de estas cosas me pasará.
Hasta mañana. Agur
MARIAN
3 comentarios:
Venga Marian...
Menos excusas y a cazar...puede ser divertido , ampliar el círculo de amistades siempre es bueno..
A la calle, con otras gentes, a convivir que también es bueno ;)
En toda pareja, las personalidades y las costumbres difieren y no hay porque ceder siempre, a veces un poco de separación hace bien para ver todo en perspectiva y saber por qué se eligieron.
O no...
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