domingo, 20 de noviembre de 2011

GUERRA A LOS BANCOS Y CAJAS


-hoy hablando con Luisa me he sentido en el punto de mira de todo el pueblo.

-tendrás que acostumbrarte a ello, más vale que nadie se entere de que eres morosa recurrente en el ayuntamiento.

-¡ya estamos! ¡Que ya voy a pagar!, no me comas la oreja. Luego saco el dinero te lo doy a vas tú a pagar.

-¿qué te cuesta entrar a pagar?

-voy a entrar a sacar dinero, porque no tengo más remedio, no tengo tarjeta. Pero no pienso pagar, paga tú.

-¿porqué esa cabezonería?

-estoy en guerra con los bancos, no pienso acatar sus normas, por muchas trabas que me pongan a la hora de ir a pagar recibos, no pienso domiciliar ningún pago. Todo el mundo debía de hacer lo mismo, no son más que artimañas para sacarte dinero, para gestionar el dinero ajeno, yo decido cuando y como pago, no ellos.

-nadie regala nada, pero es más cómodo.

-de mi no van a sacar nada, por mi como si se hunden. Mi dinero lo gestiono yo, no ellos. Voy una vez al mes a sacar lo necesario para mis gastos diarios y punto.

-si lo haces bien, no le veo el problema. Lo difícil es calcular lo que vas a gastar.

-no, yo lo tengo calculado, todos los días me gasto lo mismo, sin salirme del presupuesto.

-¿nunca te das un capricho?

-de vez en cuando, eso también lo tengo calculado. Salgo de casa siempre con el mismo dinero, siempre hago lo mismo, si cuando voy a pagar el café, alguien se ha adelantado, que conste que eres el único al que se lo he permitido, ese dinero lo meto en la hucha, si en la tiendo me gasto menos de lo que esperaba, el sobrante a la hucha, al final de mes, el caprichito. Hace tiempo lo pasé muy mal con el dinero, no voy a permitir que se repita si de mi depende.

-Vale, ahora te propongo pasar el día por ahí, hoy es domingo, no puedes sacar dinero ¿cómo te las arreglas?

-en casa tengo dinero, ¿Dónde está el problema?

-te saldrías del presupuesto, tus cuentas son ficticias.

-primero pienso si merece la pena salirme de mi rutina, en este caso sí, como soy muy comedida gastando, me lo puedo permitir, siempre dentro de unos límites. El descontrol me produce mucha inseguridad, si yo llevase tarjeta dejaría de controlar. Solo llevo en la cartera el dinero que me puedo gastar ese día, si hay un extra llevo más, pero siempre controlado.

-Ya me he dado cuenta que te descontrolas en cuanto sales de la rutina. Lo del dinero lo haces bien.

-sí, tiendo a descontrolarme, eso me produce una inseguridad tremenda, por eso intento ser tan metódica con todo. Este pueblo es mi refugio, me ayuda a controlar mi vida.



Hasta mañana. Agur



MARIAN

9 comentarios:

ion-laos dijo...

Estás en todo tu derecho de administrarte como creas conveniente, si así te va bien, fenomenal.

Un saludo.

San dijo...

Si te apuras hasta decir buenos dias te lo cobran, así estan las cosas.
Pero no vamos a volver a guardar los ahorrillos bajo el colchón, ¿no?.jeje.
Besitos Marian

rodolfo dijo...

es necesario un orden...vale, lo admito, personalmente
evito la rutina, y busco que cada dia sea diferente al anterior, y...eso tambien lo aplico al dinero

VALENTIN BARTOLOME dijo...

estoy contigo marian, y todos deberiamos hacer lo mismo ¡, sacar todo nuestros dineros y que se joroben un poc ellos haber de donde sacan su sueldos.

un beso navarra agur, condordor se feliz.

TORO SALVAJE dijo...

Me parece una muy buena estrategia.
Todos deberíamos hacer lo mismo y acabaríamos con su prepotencia.

Besos.

Ricardo Miñana dijo...

Los bancos son los culpables de muchas situaciones como las hipotecas actuales, donde ningun pais hace lo que hacen los bancos aqui en España, cuando una pareja no puede pagar el piso que devuelvan las llaves y punto final, esperemos que Rajoy así lo entienda.
feliz semana.

Simplementeyo dijo...

Creo que la idea es buenísima, pero nos hemos metido en una vorágine que casi es imposible salir de ella, pero al banco ni los buenos días.

Besitos y sonrisas sin cajeros :-)

Mariluz GH dijo...

Magnífico tu método... yo soy un desastre


un abrazo

José A. García dijo...

Una bomba en cada banco, y asunto solucionado.

En algún momento del siglo XVIII el hombre perdió la razón y comenzó a creer que lo más importante del mundo era la economía financiera y no la naturaleza que sostiene el mundo que depreda continuamente.

Y así estamos ahora, al borde del colapso constante.

Saludos

J.