sábado, 14 de julio de 2012

UN BOSQUE LLENO DE MATORRALES


Es domingo, me he pasado la mañana limpiando, ahora tengo dos casas para pasar el aspirador y de más menesteres, la nuestra y la de su madre, él parece ser que no ve polvo por ningún lado, le hace lo mismo que a mí lo ignora. En fin qué le vamos a hacer, en algo tendré que pasar el tiempo. Con el día tan bonito que ha hecho, ¡qué pena! ¿Durará mucho esto?
Al mediodía he ido al pueblo a comer con la intención de que si me lo encontraba me iba a pegar a él, no lo he visto sabe esquivarme muy bien está claro.
Me he encontrado con Luisa Y Fermín, se me había olvidado lo de la exposición, era hoy, es que tengo la cabeza en mil sitios. Me he acercado a la casa de cultura con ellos. Faltaba un cuadro mío, en un principio he pensado que no lo habían puesto, alucinada me he quedado cuando me he enterado de que alguien lo ha comprado, es una pintura un poco especial. Es la última, la empecé antes de que muriera mi padre, es un bosque, en un principio era un bosque muy luminoso, lleno de luz, cuando mi padre murió y lo retomé, me dejé llevar por lo que me salía pasando olímpicamente de las instrucciones del profesor, me dejó hacer. Mantuve el fondo, la luminosidad, pero lo llené de matorrales y zarzas, malas hiervas. El resultado me gustó y por eso lo mande a la exposición aun sabiendo o eso pensaba yo, que a nadie iba a gustar. Por eso me a  extrañado cuando me he enterado de que alguien lo ha querido. Ningún cuadro estaba a la venta era solo por enseñar nuestros trabajos, para lucirnos, como dice el profesor. Me he sentido un poco turbada y extraña cuando me he enterado, es como si hubiera vendido algo muy mío.
No he visto a Miguel en todo el día, como no ha aparecido por casa, ¡pues ala! A casa de su madre me he ido de nuevo, cargada con su ropa, a compartir la cama con él, es lo único que hacemos, dormir juntos, pero separados, ni el más mínimo roce, nada. Es como si l a cama fuera tan grande que nos perdiésemos en ella. ¡Qué pena! Si supiera lo que le echo de menos, si me dejase hablarle….. En fin es lo que hay, la culpa es mía, yo he provocado esta situación, ya se le pasará, está durando demasiado. Me siento perdida sin él. Mi vida se reduce a él, trabajo, él, él y él.
Mañana me pasaré por el ayuntamiento, como vecina no va a tener más remedio que atenderme. No pienso seguir así mucho tiempo. Tenemos que arreglar las cosas.

Hasta mañana. Agur.

MARIAN.

2 comentarios:

Pilar Abalorios dijo...

quizás no sea preciso...

Atardecer en Otoño dijo...

Leo y sufro, una historia que parece va ha terminar y sigue y sigue, estamos en el mismo mundo,,snif! snif!

Un abrazo,

Elizabeth