Como todos los días, desde que llevamos esta extraña relación,
me he levantado antes que él, le he preparado el café, me he hecho la dormid a
hasta que se ha ido. De hoy no pasa, hoy me escucha, quiera o no.
Así que me he presentado en el ayuntamiento a media mañana.
He esperado a que estuviera libre y he entrado en su despacho. Me puede la
frialdad con la que me mira, no es
propio de ´él, he aguantado las ganas de llorar.
-quiero hablar contigo, ya está bien Miguel, no podemos
seguir así.
-los asuntos particulares los arreglo en casa, ahora estoy
trabajando.
-vale, pues ven a casa.
-cuando lo crea conveniente.
La salido del despacho dejándome con la palabra en la boca y
tragando mis lagrimas., aguantando las ganas de salir corriendo tras él
llorando. Como le gusta la discreción, me he aguantado y he vuelto al hotel a
trabajar. La mañana se me ha hecho larga, tediosa, insoportable. He estado
tentada mil veces de llamarle, rogarle que me escuche, que quiero hablar con
él, no lo he hecho
Andrés me ha vuelto a preguntar si todo va bien, tragando
mis lágrimas de nuevo le he dicho que sí, que todo va bien.
-se nos acumula la ropa sucia, algo tendrás que hacer, como
sigamos así los clientes van a tener que secarse con las toallas sucias.
-iré a hablar con ella.
-
Es lo último que necesitaba, tener que discutir
con Nekane, con el estado de ánimo que tengo lo mismo le perdono todas sus
payasadas y chulerías, no sé si aguantaría esa mirada de odio que me echa cada
vez que me la cruzo, no me habla, como Miguel, pero esta no me ignora, se
enfrenta a mí con su mirada .como ya he tenido bastante por hoy, decido que lo
de la charla con Nekane lo dejo para mañana, pero me la he encontrado en el
aparcamiento.
-
¿Cómo van las cosas con tu alcalde?
-
No es asunto tuyo, lo de hacer tu trabajo sí.
-
Se cuenta que os habéis separado, no me extraña,
no hay quien te aguante, te veo más sola que la una.
-
-¿como tú?
-
-no todo el mundo es como mi padre, que bien lo
engañaste para que pusiera todo a tu nombre.
-
-sabes lo que te digo, que te comas tu mierda,
toda para ti, que se te atragante y te ahogues en ella.
-
-te vas a arrepentir, la que se va a comer la
mierda vas a ser tu, la tuya y la mía. Tú no sabes con quien te has metido.
-
-¿me estas amenazando?
-
No voy a parar hasta que todo el mundo te dé la
espalda.
-
Adiós muy buenas.
-
¡Zorra!
En ese momento
la que a utilizado la mirada de odio he sido yo, aliñada con desprecio y asco.
Controlando muy bien la lengua, no voy a
entrar en su basura, me he dado la vuelta y me he ido. A lo mejor ella tampoco
sabe con quién se mete.
He ido a casa,
he cogido las cosas y he ido a casa de
la madre de Miguel antes de la hora habitual, me he metido en la cama antes que
él llegara. No estaba segura de su reacción, pero sí se ha acostado a mi lado.
Me conformaré con eso.
Hasta mañana.
Agur.
4 comentarios:
Una situacion peligrosa de llevar, tendras que andar con pies de plomo. Un besazo.
paciencia...¿que otra cosa decirte?
Un abrazo
Hay miradas... pero todo pasa...
Buen relato Marian, gracias por tu visita, aunque vengo un poquito retrasada.
Cariños.
Ufffff....CUIDADO!!!!
Mide siempre las palabras para no tener que arrepentirte...
SUERTE!!!
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