miércoles, 29 de junio de 2011

Dos años juntos y revueltos


¡Qué calor, por Dios! Esto no hay quien lo aguante, este coche no tiene aire acondicionado, quema, no se puede ni tocar el volante, eso sí, tengo la mejor calefacción del mundo en este momento, yo creo que el aire que se suponía tenía que ser frio, saldrá a unos cuarenta grados, sin exagerar, como tampoco tiene termómetro, me lo tengo que inventar. Mira que me gusta este coche, tiene casi tantos años como yo, pero jobar, en algunas cosas se echa de menos la tecnología, con lo a gusto que irá él en su coche con el climatizador puesto, es que ni aunque baje la capota, el sol quema, mira que yo soy de calor, que el frio lo llevo mal, ¡coño! Esto es demasiado, no sé qué temperatura tendremos, pero como no tengo termómetro, me la invento, la sensación es de cincuenta grados, ahí me he pasado un poco, pero me gusta, a exagerada no me gana nadie. ¡Toma chulería!

Voy a ver si está Luisa, en el pueblo y la invito a un café o  dos, más no que si no acabamos mal.

-¿no te cansa Manuel?

-no, ¿porqué?

-no te lo quitas de encima en ningún momento, siempre te está tocando.

-estoy encantada, como él se despiste, entonces ataco yo, contacto constante.

-desde luego hay que ver lo que os ha cambiado la vida a los dos, sobre todo a Manuel, ver su cara, su sonrisa perpetua, yo que pensaba que no sabía sonreír, le veo casi todos los días cuando vuelve del trabajo, antes, me saludaba con la cabeza, ahora me sonríe hay veces que hasta me toca la bocina, siempre ha sido muy cariñoso conmigo y con los chavales, lo de ahora es distinto, está feliz, lo digo enserio. Antes estaba perdido, pero nunca me hubiera imaginado que lo que echaba de menos era una mujer, no sé por qué.

-me estaba esperando a mí, maja.

-está claro, dais una envidia, ya se os pasará la tontería, digo yo, ¿lleváis cerca de dos años?

-más o menos, si se lo preguntas a él, te dice hasta los minutos que llevamos juntos. No veas lo que le estoy echando de menos, ahora mismo.

-os comportáis como dos adolescentes.

-es mucho mejor que todo eso, los dos somos adultos, sabemos lo que queremos, lo que necesitamos, nos queremos muchísimo, solo con mirarnos sabemos cómo estamos, no sé si habrá pareja que esté tan compenetrada como nosotros, no necesitamos hablarnos para comunicarnos, es el mejor amante que he tenido, entre tú y yo, es buenísimo en la cama.

-todavía estáis en la luna de miel.

-mira, voy a ir a verle, siempre me dice que nunca voy a Ventas II, pues hoy voy a ir a darle una sorpresa, si, si, me voy a dejar llevar por el impulso que me acaba de dar, es que nos vemos poco.

-tu comes con él todos los días, yo a Fermín no lo veo hasta la noche.

-hicimos un pacto, comida y cena juntos, siempre.

-y cama.

-¡hombre claro! Me voy.

Necesito verle ahora mismo, además hoy ha ido más guapo que nunca, si es que tengo suerte, tengo a mi lado el hombre perfecto, esto no se lo voy a decir a él, que luego no hay quien lo aguante, se pone de un tonto. ¡Madre mía qué ganas tengo de verle!

-¡hola Marian!- saludó la chica de recepción.

-¿Manuel?

-creo que está fuera,  acabo de ver pasar ¿le aviso?

-no, ya le busco.

Ahí está, se le ve todo acalorado, ya me ha visto, qué sonrisa me acaba de echar, si es que me lo comería.

-hola preciosa, ¿qué hace mi mujer preferida por aquí?

-venir a verte, te echaba de menos.

-¿has pasado por casa?

-no, me he dejado llevar por el impulso de venir a verte.

-¿qué día es hoy, nena?

-no sé, dímelo tu.

-hoy hace dos años que hicimos el amor la primera vez.

-soy muy mala para estas cosas, lo siento.

-tenemos que celebrarlo ¿porqué me empeñaré yo en prepararte sorpresas? No me salen nunca, no sé cómo lo haces, que desbaratas todos mis planes, ¡qué bonitas estas cariño!

-tú eres el culpable de eso.

-¿de qué? ¿De que cada día que pasa estés más guapa? Cuando empezamos la relación te dije que iba a vivir para ti, para hacerte feliz, que nunca te ibas a arrepentir de dejarme entrar en tu vida ¿lo estoy haciendo bien?

-sí, eres lo mejor que ha pasado por mi vida, estoy encantada de tenerte a mi lado. Ya no podría vivir sin ti. ¿Eres feliz conmigo?

-Estoy tan bien contigo que a veces me da miedo que solo sea un sueño de los muchos que tuve contigo, imaginaba que paseaba contigo de la mano, que cenábamos, que hacíamos el amor, que compartía mi vida contigo, ni en mis mejores fantasías podía soñar lo que he vivido contigo, tu sí que eres lo mejor que ha pasado por mi vida. A veces pensaba que a lo mejor te estaba idealizando, que si conseguía acercarme a ti, eso no significaba que las cosas fueran a salir bien, pero eres mejor de lo que nunca me hubiera imaginado. Cuando murió David, una parte de mi se fue con él, A partir de esa mirada que me echaste al pedirme los cortados, algo cambió en mi, empecé a hacer planes de futuro, a tener ilusión por algo, a desear tener compañía compartir mi vida con alguien, contigo. Mi vida ha empezado a partir de conocerte, ¿Qué si soy feliz? En la vida he tenido tanta ilusión por vivir, por verte, por hacer planes, ver tu sonrisa, nena, me llena, sentir tu amor, dame la mano, ¿notas mi corazón? Late por ti, me siento el hombre más afortunado del mundo.

-gracias.

-hoy quiero que sea un día especial, ¿te acuerdas del día que nos casamos? Quiero repetirlo, pero los dos solos, tengo mesa reservada en el restaurante de la frontera, nuestro choco, alguna cosita más, no me llores, nena, que hoy estoy un poco tonto, y a lo mejor te acompaño en el llanto, quiero que te quede claro una cosa, tenlo muy presente durante todo el día, todo esto lo hago para echarte un buen polvo a la noche, ese es mi cometido en esta vida, hacerte el amor, meterte en mi cama y mantenerte despierta, no me vayas a hacer lo de la noche de bodas que te quedaste dormida, me quedé con las ganas, con lo que me lo curré aquella vez, para nada, hoy no te libras ¿te has enterado?

-sí, yo venía con esa intención, pero bueno ya esperaré.

-nunca lo hemos hecho aquí ¿porqué siempre acabamos hablando de sexo?

-porque una cosa lleva a la otra, entre tú y yo, eres el mejor amante que he tenido, estas muy bueno, estoy loquita por ti, hay…… que me da la llantina otra vez.

-vamos a casa, ahí te espera la primera sorpresa.

-en tu coche.

-¿le pasa algo a tu-mi coche?

-no te rías, que lo he pasado mal viniendo, este coche no se entera de que la calefacción es para el invierno.

-andas con él porqué te da la gana, ahora no te quejes.

-para empezar me quejo porque me da la gana, que no te rías, ese coche me gusta, pero tiene sus inconvenientes, ¿no se podía solucionar lo del aire? Me he sentido como un pollo en el horno.

-ese coche es así, lo tomas o lo dejas.

-¿no podíamos cambiar de coche estos días? Déjame tu coche.

-los cojones, no pienso dejarte mi coche.

-no sabes lo mal que me sienta cuando me dices esas cosas.

-no seas bruja, si quieres hago de chofer, mi coche no lo tocas.

-ya pasará el verano, que le vamos a hacer, si algún día no me encuentras, es que me he desintegrado.

4 comentarios:

Noelplebeyo dijo...

el coche, y la mujer...no se dejan jajaja

Javier dijo...

Hace años yo tuve un coche que también me costó mucho desprenderme de él, pero eso, comparado con tu historia, es completamente distinto.

Saludos.

Pilar Abalorios dijo...

Felicidades por ese aniversario, que lo disfruteis

Miguel Ángel de Móstoles dijo...

¡Como mola la foto de los gatos!

Bueno, el coche, por mucho cariño que se le tenga, es un objeto; lo que pasa es que a veces nos ponemos gilipollas con algunas cosas.

Lo importante es celebrar el aniversario. Dos no discuten si uno no quiere.