Ya pasó la navidad sin pena ni gloria, trabajando más que
disfrutando, cosa que no me apetecía, disfrutar sí pero no con la excusa de
estos absurdos días que llaman de paz y amor. El año tiene trescientos sesenta
y cinco días que son más largos que las falsas navidades, mejor quererse todo
el año….. En fin no tengo nada de qué quejarme, me quieren tanto que se enfadan
conmigo.
¿No quería hacer caja? Pues la hice con sacrificio, pero la
hice. Para no ver un duro, se lo ha comido el banco y la seguridad social, otro
día hablaré de hacienda que también anda mandándome misivas. La verdad es que fastidia
y mucho trabajar tanto para no ver un duro, pero bueno eso menos que debo. Solo
es dinero, maldito dinero. Todos tranquilos, la seguridad social y demás
ladronzuelos, algún día conseguiré no volver a saber nada de vosotros.
En el hotel todo el mundo contento, todos han cobrado ¡que
suerte tienen algunos! Porque yo no he visto ni un duro y el que dice que me
quiere, que no lo dudo, está con un mosqueo importante. Le llamo. Hoy tengo
fiesta tengo que intentar arreglar las cosas con él, pero no me coge. Le mando
un wass(como se llame). Nada. Me pone de los nervios cuando actúa de esa
manera. Voy a seguir quejándome otro rato y luego vuelvo a intentar que me haga
un poco de caso.
El día de noche buena, no le hizo mucha gracia que no cenara
en casa con todos, él se encargó de todo, la compra, hacer la cena (para una
vez que lo hace no estoy). A lo que iba, lo dejó pasar, los morros fueron
sutiles.
La comida de navidad lo llevó peor, había que ir a casa de
su hermano. Pasé delante del regalo que me dejó el Olentzero juro que no lo vi,
aunque estuviera en la entrada y lo apartase para coger las botas, no me di ni
cuenta, iba a mis cosas. El regalo que dejó el Olentzero para él sigue en el
coche dando vueltas, se me olvidó dejarlo. Tengo que admitir y lo admito que
soy muy despistada y poco detallista. Cuando mi cerebro procesa mucha
información a la vez, siempre deja algo apartado, en este caso a lo que más
quiero en este mundo, menos mal que no tengo hijos. Si tuve una hija, entonces
si que me gustaban las navidades, sobre todo los regalitos. Pasado que no
olvidado. A lo que iba, no me llamó en todo el día, eso tenia que haberme
extrañado y mucho, pues no me di cuenta hasta que entré en la oficina con la
restos de comida y algún turroncito , me asomé por la ventana , vi que había
oscurecido y recuperé su recuerdo ¡Miguel! Pensé. Le llamé.
-¡hola guapo!
-bjuikhytedfgbbjhytrretyujj,juyyttsgstwyeurifgofkdiwuetwrsfau,msjhwyueiiwiwiwiw
etc., etc.
-ya, lo siento, es que ando muy liada……
-ieyrtdteyryeyeyey, iioopplliouyggd, loodteeadd.
-ya, ya, iré pronto a casa.
Ya tenía que estar acostumbrado, no soy familiar, ya tenia
que saberlo. Mis hermanas lo saben y no me generan ningún problema por lo menos
nada dicen, aunque lo hicieran no les haría ni caso y lo saben.
Hoy tengo que solucionar esto, tengo fiesta, llamo. No contesta.
Me saca de mis casillas.
Hasta mañana. Agur.
MARIAN
2 comentarios:
Perdona pero creo que tiene un tremendo enfado y con mucha razón...
Vuelve a llamar...
Una brazo!!!
Un abrazo quería decir(perdón)!!!
Publicar un comentario