Otro día de rutinario trabajo, pero no me queda más remedio
que tirar para adelante aunque la sensación es de dos pasos para adelante tres
para atrás. Me dan ganas de tirar la toalla, si no fuera por la gente que
trabaja en el hotel, creo que lo habría cerrado y hor corpon, que se diría por
aquí. Pierdo más que gano. He decidido tomarme las tardes libres. Aquí me estoy
consumiendo. Esto solo lo arregla un milagro.
Hoy tengo cena de chicas, efectos colaterales por integrarme
entre los amigos de Miguel, lo peor o mejor, según como se mire, es que la
dichosa cena es para celebrar mi cumpleaños. A nadie le amarga un dulce,
sentirse protagonista por u día, a mi sí. Quizá por timidez, vergüenza o qué sé
yo siempre he huido de estas cosas.
El caso es que me
arreglo sabiéndome observada.
-esto lo hago por ti – le digo- ya puedes recompensarme.
-no es necesario arreglarse tanto para ir a comer unos
platos combinados al herriko.
Me entra la vena fastidiosa y le digo.
- Si quieres me quedo en casa, no tengo ninguna gana de ir. También
te digo, si voy , como Dios manda, punto en blanco.
- lárgate, cuídate, no bebas demasiado, pásatelo bien, a ver
a qué hora apareces….
No está acostumbrado a que salga, muy rara vez lo hago, a lo
mejor termina por gustarme y lo hago más a menudo, efectos colaterales, que se
lo hubiera pensado antes de empeñarse en que me relacionase con las mujeres de
sus amigotes.
Cuando me incorporo al gallinero, mis cuentas no salen, hay
una más, que no sé de donde a salido, no la conozco de nada.
Se acerca a mi, me da dos besos, como si nos conociéramos de
toda la vida. Con toda la hipocresía de que soy capaz, hablo con ella,
disimulando el rechazo que hacia ella siento, desenado que termine la absurda
conversación y se aleje de mi.
Se la ve como pez en el agua, como si nos conociera de toda
la vida, es estupenda, jovial, su cara refleja felicidad, a mí no me engaña,
algo esconde. No me gusta nada esta tipa.
Sube con nosotros al comedor ¿Quién la habrá invitado? Encima
se sienta frente a mí. Otra cara que tampoco conozco aparece. Esta más normal,
tras las presentaciones pertinentes se sienta a mi lado.
Entre la idiota conversación de Maika, que a si se llama la
guay y la conversación forzada de mi vecina de mesa, empiezo a agobiarme. Así que
solo me quedan dos caminos, irme o ignorar a la guay y unirme a la juerga de
mis amigas que ya van pasadas un poco de
blancos y la risas y los gritos, cosa que también me agobia pero menos, se me
hace más entretenido. A demás no puedo evitar reírme ante desparpajo de Lidia,
que dice que si hay suerte, esta noche subirá al puerto. Sin entender muy bien
la expresión, pero imaginando de que va la cosa, rio con todas. Se pasa el día
hablando de lo mismo, las malas lenguas dicen que no debe practicar mucho
deporte nocturno con su marido, quien mucho habla, poco hace, dicen. Lo que
nadie puede negarlo es la gracia y el salero que le pone a todo lo que dice y
más con tres blancos de más, valga la redundancia.
Maika, la guay,
llamando la atención de todo el mundo ¡qué pesada! ¿De dónde ha salido esta tía?
Por un momento todo el mundo la mira, pero es tan guay y estupenda que aburre
su charla. Todo le va de maravilla, tiene una pareja perfecta, hacen el amor
todas las noches y la deja satisfecha, se lleva genial con su ex. Intenta darme
clases de seducción, qué tengo que hacer para que mi marido tenga más ganas de
sexo ¿Quién le ha dicho a esta tía que tengo poco a mucho sexo? ¿esta de qué va? A lo mejor las clases se las tengo
que dar yo. Que mal futuro tenemos tú y yo maja, pienso.
Entro en casa a las cuatro de la mañana, con algún problema
con la cerradura con la llave, no sé. No
enciendo la luz por no molestar el gato se cruza y le doy un pisotón ¡ Dios me dolió
como si me lo hubiera dado a mí! ¡Pobre! Miguel aparece con cara de dormido.
-¿qué tal?
-¿subimos al puerto machote?
-¡cómo vienes!
-con un año más
-y cinco chupitos de más.
Hasta mañana. Agur
MARIAN
5 comentarios:
GRACIAS A TODOS POR LOS COMENTARIOS DE LA ENTRADA ANTERIOR.
DIME DE QUE PRESUMES Y TE DIRÉ DE QUE CARECES.
POR ESO YO HABLO POCO, PARA NO DEJAR PISTAS....
UN BESO A TODOS.
¿Como se puede colar una desconocida en un fiesta de tías?, a nadie se le ocurrió preguntar ¿quien era? o preguntar tu a tus amigas quien la había invitado. Seguro que era la gorda de la clase que ahora ha perdido 30 kilos y está de chupa pan y moja. De todos modos tal y como llegaste a casa no parece que te lo pasaras mal.
Un saludo
Pues no es un mal plan para de vez en cuando, incluso más de una vez al año, pero avisa al gato!!
y es que de verdad, sois asi... pobres nosotros
Al final lo pasaste bien,no???
Felicidades guapa!!!
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