sábado, 24 de marzo de 2012

SE TERMINÓ LA TONTERIA


Ya voy camino de mi casa, ¡que achuchón le voy a dar cuando le vea! ¡Le tengo unas ganas!

No sé qué clase de pastillas me trajo Nekane, las de dormir digo, pero me han gustado, no me atontan tanto, para las ocho ya estaba despierta y como una rosa. Tengo que pedirle que me de la caja, aunque no creo que me hagan falta si duermo en mi cama y con buena compañía, importantísimo.

Nekane se ha molestado un poco por mi huida, dice que se va a quedar una semana más, me parece bien, estas cosas son para ella, yo trabajo mejor desde la oficina, es mi sitio, me siento mejor. No es que desconfíe, es que en mi terreno me siento más segura. Cosas mías, que no las entiendo ni yo.

Ya puedo decir que he estado en Alemania, aunque no es que haya visto demasiado, volveré pero con Miguel entonces será distinto, si que disfrutaré de los días y las noches alemanas. Hasta de la comida, eso no me lo creo ni yo, da lo mismo.

Salgo del avión nerviosita perdida, es por las ganas que tengo de verle, se me hace eterna la espera hasta llegar a él, se que está en la cafetería, allí hemos quedado .¡lo que se tarda desde que aterrizas hasta que llegas a la salida!

 Por fin le veo, casi hasta me emociono al ver su sonrisa, ¡qué guapo es! Que ahora no me vaya de soso que aquí no nos conoce nadie. ¡Mala suerte! José María teniente alcalde está con él, el hombre me cae bien, nada tengo que decir de él, como no sea:” larga majo que el alcalde ahora está conmigo”, que evidentemente no hago. Saludo a los dos cortésmente, educadamente, buscando la complicidad de su mirada, que sé que me voy a encontrar, me regala una sonrisa ¡qué madre mía! Un ligero beso, un azote en el trasero, que está bien, pero yo quería algo más, está en su momento de soso estirado, ya sé que de momento no voy a sacar nada más de él así que me coloco al lado de José María, para tenerlo frente a mí y mandarle mensajes mentales como: “te besaría ahora mismo” “arrugaría esa camisa tan planchada que llevas” “estirado””desabróchate los botones deja que vea un poco lo que hay debajo”

Ellos hablan y hablan de sus cosas, yo sigo con mis mensajes, mirándole fijamente, haciendo que pierda la concentración, la verdad es que me divierto viendo su cara, las miradas que me echa, esos segundos que se detiene en mis ojos. “despídete de él, ya seguirás con la conversación” “me debes un beso”. Le echo una mirada de arriba abajo, como él  hace cuando quiere tema. Sonríe moviendo la cabeza.

Es un escorpio de los pies a la cabeza, ¡cómo domina sus sentimientos!, pero a mí no me engaña:” que yo te conozco en las distancias cortas, me tienes tantas ganas como yo a ti, esa mirada tuya me lo dice ¿porqué me miras a mi si le hablas a él?”” Me he comprado un conjunto de ropa interior que te va  a encantar, luego te hago un estriptis, vas a alucinar”. ¡Soso!.

Hablan y hablan. ¿No se dará cuenta que no hago caso de la conversación? Ya lo sabe, no sabe lo que pienso, o si, este de tonto no tiene un pelo. Le he observado tanto que puedo interpretar su lenguaje corporal, una cosa digo, se está poniendo nervioso. Le sonrío y le guiño el ojo. Agarra mi brazo y me pone a su lado. Eso me da pie a tocarle, meto mi mano en su bolsillo, me encanta hacer eso. Solo que me llevo una sorpresa al hacerlo, miro su mano, le falta el anillo, lo lleva en el bolsillo. Luego dirán que soy desconfiada. Saco la mano, se terminó la tontería.



Hasta mañana. Agur.



MARIAN

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