domingo, 18 de marzo de 2012

NOCHE DE INSOMNIO


Estoy a muchos kilómetros de mi casa, sola en la habitación, son las dos de la madrugada, imposible dormir, no tengo a quien echar el brazo encima, nadie que me ronque en la oreja ¿cómo puedo echar de menos eso? En fin es lo que hay.

Nekane a salido, a mi no me apetecía ni me apetece. Hemos cenado con unos colegas, dos chicos y una chica. Se han animado, para eso Nekane es una experta, haría bien de relaciones públicas, lo curioso del tema es que no se entienden mucho. En vez de ser los foráneos los que se han llevado de copas  a Nekane, ha sido al revés. Cosas del carácter abierto de esta chica.

De mis observaciones de momento no hay ninguna conclusión, sigo con ello, solo llevamos aquí dos días.

El evento es interesante, siempre se aprenden cosas, aunque yo tiro más por visitar agencias de viajes y cosas por el estilo. Ella dice que eso es lo que hace todo el mundo, que hay que innovar, eso lo dejo en sus manos,  yo soy más del puerta a puerta y del boca a boca, que creo que en todo negocio es lo que funciona, a mi modo de ver.

No hago más que bostezar, el caso es que no tengo sueño ¿se estará acordando alguien de mi? Como no sea que el de los ronquidos este soñando conmigo,….. ¿Qué soñara? Porque este estará dormido como un ceporro. Otro bostezo. Me dan tentaciones de llamarle, evidentemente no lo voy a hacer, sería una faena. ¿Y si él está despierto pensando lo mismo que yo? Lo dejaré en una tonta pregunta. Otro bostezo. Como no consiga dormirme, mañana, no, más tarde estaré echa un asco, el día se me hará eterno.

Quizá  y solo quizá, debería haber salido, aunque solo sea para observar, por lo menos no estaría solo en esta habitación, sin saber qué hacer, otro bostezo. Menos mal que por lo menos tengo el ordenador y eso que no pensaba traerlo, menos mal que no me hice caso. ¿Estará abierto el bar del hotel, porque lo que hay en la nevera no me apetece, ya me tomaría a gusto un cafelito, descafeinado, por supuesto. Otro bostezo. ¡Qué aburrimiento! ¡Me dan unas tentaciones de llamar a Miguel!

Llega Nekane.

-¡hola!

-¿qué haces despierta?

-no puedo dormir

-¿porqué no coges el teléfono?

-¿qué teléfono?

-el móvil, Marian. Miguel ha estado llamándote hasta hace un rato.

El dichoso móvil apagado ¡mierda!

-¿tú ya sabes que los móviles se cargan?

Me pone del hígado cuando me toma por boba ¿cualquiera se despista no?

-¿porqué no llama a la habitación?

-ya lo ha hecho, resulta que has dejado dicho que nadie te moleste, que no se el motivo ¿Quién va a venir  a molestarte?

-ya, es que me gusta hacerlo, te da un aire de superioridad que me encanta.

-estas como una regadera.

Dice riendo.

-llama al alcalde, antes de que llame  a la C.I.A.

-estará dormido.

-pues que se aguante, solo he venido a avisarte, así que llámale.

-adiós muy buenas,  por cierto ¿has ligado?

-adiós, muy buenas.

Enciendo el teléfono y llamo.

-¿estás dormido?

-ya no.

-¿estabas dormido? Por tu tono yo diría que no. Estás enfadado.

-no.

-tenias que haber venido. Por tu culpa no me puedo dormir, róncame un poco, anda.

Ríe.

Hasta mañana. Agur.

MARIAN

3 comentarios:

Pilar Abalorios dijo...

Creo que a lo de añorar un bostezo se le conoce comúnmente como amor ;)

Nélida Martinelli dijo...

Eso de los ronquidos está genial, jajaja

Carmela dijo...

Echar de menos el ronquido de él es una prueba de amor.Contundente.
Muy bueno!
Un abrazo.