viernes, 17 de febrero de 2012

NO RECUERDO HABERLOS PEDIDO


-Marian, despierta.

Intento abrir los ojos, los parpados me pesan demasiado, imposible.

-venga perezosa, mi madre viene a verte.

De mi intento por disculparme solo sale un balbuceo incomprensible.

Tengo que dejar de tomar somníferos,  en cuanto sea capaz de levantarme me desharé de ellos. Si estuviera Manuel no me habría permitido tomarlas, sin embargo Miguel me las trae, aunque no recuerdo habérselas pedido. No sé el tiempo que llevo metida en la cama, pero voy a reincorporarme de nuevo a la vida ahora mismo.

No sé si lo que siento es fruto de mis vivencias o las de esa pobre chica. Confundo mis sentimientos con los suyos, pasado con presente. Cuando yo era niña, pasó algo parecido en un caserío cercano a mi casa. No recuerdo muy bien como fue, alguien mató a alguien. No soy capaz de recordar los detalles en este momento, solo recuerdo el temor que sentí. El horror que sintió la persona momentos antes de fallecer. Cuando llegó la noticia de lo que había pasado yo ya sabía que algo había pasado, sin saber muy bien porqué. No puedo vivir mezclando el pasado con el presente. Presente o pasado, juntos es inviable. Tengo que analizar todo lo que ha pasado, desvincularme de lo que no es mío, averiguar el porqué de esa conexión que hago.

-traigo un café bien cargado, como a ti te gusta.

Doy un sorbo al café, es descafeinado, a mi me la va a dar este. ¡Ja! Lo sé todo sobre cafés. Cierto es que está bueno y me sienta de maravilla.

-mañana o tarde.

Por fin consigo decir algo coherente.

-mediodía.

-¿Cuánto tiempo he estado dormida?

-unas veinticuatro horas.  ¿Vas a levantarte? Mi madre está muy preocupada, no tardará mucho en llegar.

-¿tú estás preocupado?

-por supuesto, consuerte, ¿por qué lo preguntas?

-no sé, me desconcierta tu actitud.

-el desconcertado soy yo. Ya te ha hecho efecto la cafeína.

-ya me he dado cuenta de que era descafeinado.

Sonríe.

-es curioso el efecto que te ha hecho.

-en cuanto sea capaz de levantarme, voy a deshacerme de las pastillas.

-buena decisión. Es curiosa la reacción que hacen en ti.

-la que corresponde ¿porqué todo te parece tan curioso?

Piensa antes de responder, mirándome de esa forma suya, pensando qué decirme o que no.

-aunque ya se la respuesta, necesito hablar contigo sobre lo que ha pasado, coincidirás conmigo en que habitual no es.

-no. Tienes razón, tenemos que hablarlo, pero primero tengo que saber yo que es lo que ha pasado.

 -podemos averiguarlo juntos si quieres.

-lo haremos.





Hasta mañana. Agur.



MARIAN

4 comentarios:

BEATRIZ dijo...

Ah qué bonito poder coicidir en descubrir algo juntos...hace tanto que quisiera coicidir con alguien.

Un placer.

Saludos

Juan dijo...

el subconsciente puede hacer con nosotros muchas cosas. Ten mucho cuidado con ese tipo de pastillas creo que son un poco fuertes para ti. Un besazo, cuidate.

Unknown dijo...

BEATRIZ : SI ES RECONFORTANTE TENER ALGUIEN CON QUIEN COMPARTIR TUS COSAS, BUENAS O MALAS.
SALUDOS

JUAN: ASÍ ES EL SUBCONCIENTE EMITE CONSTANTEMENTE MENSAJES, HAY QUE SABER DESCIFRARLO, AHÍ ESTÁ EL PROBLEMA. SIN AYUDA ES DIFICIL
BESOS

Unknown dijo...

Pastillas para dormir y ¿evadirse, olvidar?; nunca las he probado. Prefiero el café (con leche).
Aunque olvidar una imagen violenta con muerto incluido no debe de ser cosa fácil.

Un cariñoso abrazo, querida amiga.