viernes, 30 de septiembre de 2011

NO A LA VIOLENCI FISICA Y SIQUICA


-¡Buenos días Oscar!

¡Mal educado! Ni me contesta.

- Que sepas que el lunes me voy una semana fuera, espero que cuando vuelva ya no estés, estos tres días que quedan hasta el lunes tu y yo nos vamos a despedir, para siempre, no sé como lo voy a hacer, pero así va a ser. ¿Enterado? Disfruta del desayuno porque te quedan tres, no más, los siguientes que te los prepare tu madre o tu hermana o la tipa aquella que nunca supe quien era, pero si no estuviste con ella, poco falto, creo que no tuviste cojones de tirártela, por falta de ganas no fue, que una no es tonta  aunque mire para otro lado. Bueno lo dicho ve pensando en cómo vamos a arreglar lo que sea que haya que arreglar, porque no quiero volver a verte en mi cocina. Queda dicho. La silla donde tú estás está ocupada de nuevo, lo nuestro pertenece al pasado. ¡Coño que estás muerto tío! Ni puedo, ni debo , ni quiero seguir viéndote.

Dicho lo cual me tomo el café y salgo de la cocina. Hace un día estupendo, un poco de fresquito, pero es normal, verano ya no es. Me gusta el otoño, es una de mis estaciones favoritas, cuando pintaba siempre buscaba paisajes otoñales. Me he vuelto a apuntar a dibujo, me falta técnica, ahora que tengo todo el tiempo del mundo voy a tomarme el tema enserio, sí, siempre he querido hacerlo, ha llegado el momento. Hoy a las seis hay reunión, si hay suerte y se apunta gente suficiente, las clases serán en la casa de cultura del pueblo, si no me iré al pueblo de al lado. Pensando en ello estaba cuando he visto a Vicenta recogiendo hojas de su entrada.

-¡VICENTA!

-BUENOS DIAS MARIAN.

Es un poco temprano para pegar voces.

-¿UN CAFÉ ANTES DE QUE DESPERTEMOS AL VECINDARIO?

-ENCANTADA.

Tengo que informarle de que me voy unos días fuera, para que no se preocupe al no verme. No molesta pero sé que está muy pendiente de mí.

Oscar ya ha desaparecido, mejor es muy incomodo verle, aunque lo vea yo sola, no estoy a gusto cuando hay alguien más, alguien vivo por lo menos.

-hola.

-hola, Vicenta.

-te iba a llamar, ¿no te ha llegado nada del juzgado?

-no.

-tienes juicio por lo de tu vecina, ¿no te ha dicho nada Fermín?

-no.

-habla con él.

-no pienso seguir adelante con ese tema, por mi está olvidado.

-no debes hacer eso, se lo que sufriste por aquello, alguien tiene que poner a esta chica en su sitio, como vives en tu mundo no te enteras de casi nada, sigue hablando de ti muy mal, en tu mano está pararla.

-no creo que nadie la haga caso.

-siempre hay gente que se alimenta de las malas lenguas. No quiero malmeter, pero cuenta muchas mentiras de ti, no sé que tiene contigo esa chica, puede ser envidia, pero desde que Manuel murió, que era el que la mantenía a raya, no hace nada más que intentar desprestigiarte. No se puede consentir ni la violencia física ni verbal, contigo ha utilizado las dos.

-ya.

-habla con Fermín. Cambiando de tema, ¿tú y Miguel? Ya sabes a lo que me refiero.

-no, solo somas buenos amigos.

-hacéis buena pareja.

-solo somos amigos. ¿Ya sabes que María ha comprado la casa de mi incordiosa vecina?

-no tenía ni idea, ¿cómo puede ser eso? No puede ser.

-un poco raro ya me he parecido, ¿algo no anda bien ahí verdad?

-no, ya verás de que el viejo muera ¡la que se va a liar!

-no es asunto nuestro.

-no, ¿sabías que Yosune ha pillado a Jesús con otra?

-¡no fastidies! ¡La que habrá liado! ¿En el camión?

-¿en qué mundo vives tu? En casa.

-chica yo voy a lo mío, no me entero casi de nada. ¿Con quién?

-con la brasileña. La sacó de casa de los pelos. Uff, es muy tarde ya, tengo que ir al ambulatorio. Ya seguiré informándote.

-el lunes me voy una semana fuera.

-¿sola?

-sí.

No se lo ha creído, que le den, no voy a dar explicaciones.



Hasta mañana. Agur



MARIAN

2 comentarios:

Anónimo dijo...

la violencia hay que erradicarla,así que sigue para adelnte con el tema, tu mejor que nadie sabes el daño que hace un mal trato.
¿sola?
no se lo cree nadie.
saludos de alguien que te admira.

rodolfo dijo...

me traes retratos de mi niñez, cuando en la ciudad
se convivía más entre vecinos, compartiendo el tejer jerseys y la charleta de cada tarde
Marian es toda un personaje vivo, y entrañable