lunes, 27 de junio de 2011

¿NO CONFIAS EN MÍ?




-¿A dónde vas?

-a la tienda.

-te acompaño y nos tomamos algo en el pueblo.

-¿Dónde vamos a comer?

-en casa.

¡Mira que está desaborido hoy! No me lo voy a quitar de encima en todo el día, está claro, lo único que quiero es estar cinco minutos sola para llamar a Luisa, me tiene preocupada. Estos piensan que tiene un lio, yo pongo la mano en el fuego a que no, algo está pasando, pero no va por ahí la cosa, no le pega a Luisa hacer estas cosas, con lo que es ella, a lo mejor Manuel sabe que es lo que está pasando y no me lo cuenta. Lo averiguaré por mi cuenta.

-podíamos hacer una barbacoa, les decimos a Fermín y a Luisa que vengan.

-por mi vale.

-¿estás enfadado conmigo? Que yo sepa no he hecho nada ¿me equivoco?

-no, simplemente estoy preocupado.

-¿no dices que no es asunto nuestro?

-todo lo que preocupe a Fermín es asunto mío.

-vale, a lo mejor te preocupas sin motivo. Vamos guapo, te invito a un vermut. No me gusta nada cuando te veo preocupado, no sé qué hacer para que se te pase.

-no está en tu mano.

-ya, vamos a estar juntos todo el día ¿me equivoco? Nos vemos poco, estoy deseando que llegue el domingo para estar contigo, podíamos intentar pasarlo bien.

-ahí llevas razón, cachorrita, pero cuando ves que se tambalea uno de los matrimonios más estables que he conocido, miedo da.

-creo que exageras, no sé lo que está pasando, lo voy a averiguar, ya sé que no te hace gracia, pero quiero hablar con Luisa.

-diga lo que diga lo vas a hacer, no tengo duda, ya nos conocemos tu y yo, pero no te metas en medio de nada, si hubiese que tomar partido por alguien, Fermín está primero, ¿entendido?

-¿no debía decidir yo eso?

-no, ¿tú estás conmigo?

-no entiendo esa pregunta.

-tú siempre a mi lado.

-ya, pero tengo criterio propio, eso no me lo puedes negar.

-que nunca se te olvide de que Fermín es para mí más que un hermano, le debo todo lo que tengo, todo lo que soy, si hay que tomar partido por alguien ha de ser por él.

-vale, de todas formas o algo no me cuentas o estamos exagerando.

-ya se verá cómo marchan las cosas. No es la primera vez que dice que ha estado contigo, no siendo cierto.

-todo esto se está cociendo a mis espaldas y yo sin enterarme, me podías haber contado tu algo ¿no? ¿No confías en mí?

-esto no es asunto nuestro,  no te enfades conmigo, nena, si a ti no te gusta que cuente tus cosas, a los demás tampoco.

-ya. ¿Yo qué soy para ti?

-lo más importante de mi vida, esto no tiene nada que ver con nosotros.

-la confianza sí que tiene algo que ver con nosotros, me duele que no confíes en mi.

-no saques las cosas de quicio, nena. Como bien has dicho, vamos a dedicar el día a estar a gusto los dos a pasar un buen día.

7 comentarios:

Tempus fugit dijo...

"Cada uno en su casa y dios en la de todos" Como no soy dios, ni creo en él....


besos

Tempus fugit dijo...

Me olvidaba de la respuesta a la pregunta:
-¿No confías en mí?
- No confío en mí.... voy a confiar en ti...

Pablo dijo...

Bellísimo, como siempre.
Muy buen relato.
Besos.

Pilar Abalorios dijo...

Que intriga más triste, espero que Luisa lo explique, porque estas cosas salpican y nunca para bien.

Besos

María dijo...

Es curioso que estas situaciones en pareja sean tan comunes ¿verdad? sobre todo eso de ¿no confías en mí? cuando nos enteramos que no nos han contado algo, siendo que todos lo hacemos, bien por evitar una situación incómoda o por cualquier otra razón, pero yo creo que sí, que es muy común XD Ainssss...
Bueno, un besito :) y feliz semana.

Anónimo dijo...

Ando leyéndote, siguiendo a los protagonistas.
Un enorme abrazo.

Miguel Ángel de Móstoles dijo...

Estas situaciones, nunca salen bien.

¡Me dejas en un suspiro!