lunes, 31 de enero de 2011

capitulo 81 CUENTAME LA VERDAD

Le encantó la visión de la cabaña, el entorno era perfecto, estaba muy deteriorada, pero le dio lo mismo, ya se arreglaria.Pasó por su cabeza la cantidad de veces que se había imaginado viviendo en una cabaña perdida en el monte aleja de todo ser viviente, solo para ella, no le molestaba la soledad, todo lo contrario se iba a sentir muy a gusto en ese sitio. Seguí dentro del coche, no se decidía a salir, tenía miedo de que todo fuera un sueño y en cualquier momento se despertara.
-Ya veo que te ha gustado, ya verás cuando la veas por dentro.
-me encanta, lo que no entiendo es por qué nunca me has hablado de este sitio. Tú tenias que saber que este sitio me iba a gustar.
-vamos a verla, sal ya del coche.
Salió del coche, había algo que la inquietaba, no sabía lo que era. Manuel la esperaba apoyado en la puerta, llegó hasta él. Se asomó por la puerta y salió.
-huele a cerrado, abre todas las ventanas.-se echó para atrás, había algo que no la dejaba entrar, estaba muy oscuro. Se dio la vuelta y se sentó en una roca a observa la casa, no entendía que le pasaba, lo único que quería era pasar unos días tranquila con Manuel, disfrutar de la naturaleza, darse baños de sol, si era posible, pasear. ¿Qué me está pasando? ¡Ya estamos!
Vio salir a Manuel de la casa, no quiso mirarle directamente a los ojos. Se sentó delante de ella apoyando la espalda en sus piernas.
-me gustaría saber qué es lo que he hecho, para que no si quiera me mires.
-nada, no sé qué me pasa, déjalo ya pasará.
-háblame, dime que sientes.
-la casa me gusta y el entorno también- se cayó no sabía que más decir.
-no te he preguntado eso, ¿porqué no has querido entrar? Por el olor no ha sido.
-no lo sé ni yo, esperemos un rato, ya pasará, de que se ventile un poco entramos.Cuentamé algo de esa casa ¿Cuánto hace que la tienes?
-uno veinticinco años, algo más quizá, era de mis padres, se la compré antes de que fallecieran. Les tocó de herencia de un tío de mi padre que debía de estar soltero, como nadie venia y a mí me gustó el sitio se lo compré. Hace mucho que no vengo, antes lo hacía muy amenudeo en cuanto tenía un día libre, ya sabes que me gusta estar solo, pero ahora prefiero estar contigo.
-¿qué hacías cuando venias?
-de todo, principalmente venia a emborracharme, si se daba la ocasión he venido con compañía, tanto femenina como masculina, pero rara vez, estaba a gusto solo.
-lo que pasó con Amaia ¿fue aquí?
La miró largo rato antes de contestar.
-si.
-cuéntame lo que pasó, está claro que no me has contado la verdad.
-no, pero no creo que haya necesidad de hablar de eso, ya pagué por ello. No estoy orgulloso de lo que hice, pertenece al pasado, no me apetece hablar de ello.
-quiero que me lo cuentes, descarga, como tú dices.
-la invité a venir.
-la invitaste o la obligaste a venir.
-la obligué a venir. Todo lo demás ya lo sabes.
-no. Hasta donde yo sé, lo que pasó fue el resultado de sus provocaciones, así que dime lo que pasó ¿para qué la obligaste a venir?
Tardó mucho rato en contestar, no quiso presionarle, pero estaba decidida a saber la verdad, había muchas cosas en esa historia que no entendía, ya había llegado el momento de saber la verdad.
-mi intención era matarla, la traje hasta aquí con ese propósito.
-¿lo hiciste?
-evidentemente no, si no recuerdo mal la has visto.
-yo ya no sé lo que he visto, todo esto es muy raro,
-no la maté, no tuve el valor de hacerlo, se lo hice pasar mal, le hice de todo, la maltraté, la violé varias veces, no voy a justificarme, nunca me he sentido bien por lo que hice, ni a ella ni a sus padres, pero se lo merecia, nunca he entrado en detalles de las cosas que ella me hizo, no me ha parecido que era necesario, pero me hizo mucho daño. No voy a decir que se lo mereció pero si lo buscó, tuve que aguantar muchas humillaciones, si pasó lo que te conté que intentó que volviéramos a estar juntos, como no consiguió excitarme sexualmente, lo fue contando por el pueblo, eso y muchas cosas que se inventó. No estuvo bien lo que hice, pero se lo buscó. Era un crio, se empeñó en destrozar mi vida, lo jodido es que lo consiguió.
-¿has maltratado a alguna mujer más?
-no, ella fue con la que usé la violencia física, no soy ningún santo, por su culpa llegué a odiar a las mujeres, y daba muestras de ello, cada vez que tenia la oportunidad, Te diré en mi defensa que también he tenido muy buenas amigas por las que hubiera hecho cualquier cosa.
-Lurdes, por ejemplo.
-alguna más, a las que he dado de lado por estar bien contigo, no me arrepiento, ya te lo he dicho muchas veces, estoy aquí para hacerte feliz. Eres tan especial, que resulta difícil complacerte. ¿Qué has percibido para que te haya tenido que contar lo que pasó aquí con esa?
-nada en concreto, las sensaciones son muy difíciles de describir, solo sé que no he podido entrar en al casa. Voy a entrar, tranquilo.
-tu misma, nena, yo no te voy a presionar a nada. Si quieres que nos vayamos nos vamos.
-no, el sitio me gusta, no voy a salir huyendo. Espero que ahora que se la verdad, no vuelva a sentir lo mismo, dame la mano y vamos a nuestra casa.
Manuel se levantó, ahora era él  el que no la miraba a los ojos.
-si la mataste.
-la dejé mal herida, pero no la maté, no en ese momento.
-¿la mataste, Manuel?
-cuando ella, mató a mi hijo si. Lo siento.

4 comentarios:

Lou dijo...

tu relato me ha angustiado...

y ver mi nombre..me ha asustado.

interesante...a ver como sigue.

salud

rodolfo dijo...

llegar al límite en los relatos, conlleva un no retorno
la violencia es el arma de los débiles, y que jamás arregla nada
te dire la verdad, aún estoy desconcertado

Unknown dijo...

Hola Javier! para entender el relato tienes que saber la historia de Manuel.un abrazo

Patricia 333 dijo...

Tengo que saber la Historia de Manuel lo e y soy de las personas que nunca nunca juzga

Mi cariño se queda contigo